La indignante historia de un enorme predio cedido gratuitamente a un sindicato

Desde que el periodista Jorge Lanata pronunciara por primera vez la palabra “grieta” para describir como nadie la realidad política argentina, el término se ha repetido casi hasta el hartazgo. Sin embargo, también se ha dicho que para algunas políticas de Estado, como la Educación, la grieta no debiera existir. Y en rigor de verdad, no existe. Pero no en el sentido que debería ser.

En diciembre de 2018, la provincia de Buenos Aires, gobernada entonces por María Eugenia Vidal, le cedió en forma gratuita un enorme predio en Mar del Plata al sindicato de trabajadores de edificios de Victor Santa María, con el fin de construir allí un Instituto Superior de Formación Técnica, dotando al mismo de cuantiosos recursos para el pago de sueldos de todo su personal.

Es decir, funcionan como espacios privados pero subvencionados enteramente por la provincia de Buenos Aires. O mejor dicho, por los millones de contribuyentes bonaerenses que pagan sus impuestos.

El problema es que dichos terrenos, que ocupan casi cuatro manzanas, estaban siendo reclamados insistentemente por dos escuelas lindantes, la secundaria 25 y la primaria 75, que sufren la falta de espacio y de matrícula.

Ya durante el gobierno de Axel Kicillof, el “emprendimiento” del sindicato se hizo realidad, luciendo imponente, además del Instituto propiamente dicho, una potente iluminación y una cancha de futbol de dimensiones profesionales que contrasta fuertemente con la canchita que utilizan los estudiantes de los colegios vecinos.

No conforme con ello, cuenta extrañamente con tres garitas de seguridad.  

Vidal prestó la tierra y Kicillof construyó. Como se aprecia, al menos en estas cuestiones, no hay grieta entre las distintas fuerzas políticas.

La Escuela de Educación Secundaria 25 tiene su origen en los Anexos creados en 1968 de la Escuela Nacional de Comercio N° 1 y el Colegio Nacional N° 1, debido al excedente de sus matrículas. El 29 de abril de 1986, uniendo ambos anexos, el Ministerio de Educación de la Nación creó la Escuela Nacional de Comercio N° 2 con Bachillerato, como establecimiento independiente.

En el año 1994 el establecimiento fue transferido a la Provincia de Buenos Aires, adoptando el nombre actual. Tres años después, fue la propia escuela la que gestionó y concretó la creación de la EGB N° 75, que funciona en el mismo predio. Con el paso del tiempo, la matrícula fue creciendo, pero dicho crecimiento no fue acompañado por una ampliación de las instalaciones.

Una práctica tristemente habitual en la Argentina, cuando de salud y educación se trata.

En los terrenos que hoy ocupan ambos colegios funcionó la colonia Alfonsina Storni, creada en 1937 con fines pedagógicos y sanitarios. Al poco tiempo, se convirtió en un éxito albergando miles de chicos durante las vacaciones de verano. Pero desde fines de los 90, quedó literalmente abandonada.

La vieja entrada de la Colonia, derruida y alambrada

A raíz de ello, el enorme predio de 4 manzanas, comprendido entre las calles Acevedo, Libres del Sud, Mariani y Patagones, comenzó a ser anhelado por las escuelas, que buscaban ampliar sus instalaciones para poder recibir más alumnos y disponer de mayor lugar para diferentes actividades.

Si bien una parte de él ya lo ocupaban ambos establecimientos, el edificio abandonado de la ex colonia tiene capacidad para albergar unas 1600 personas. Originalmente, los terrenos dependían del Ministerio de Educación de la Nación, pero su dominio fue transferido a la provincia de Buenos Aires.

Hasta que apareció la Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (FATERYH) de Victor Santa María, que obtuvo parte del predio y comenzó a construirse en el lugar la “Escuela-Hotel Instituto Superior de Formación Técnica 222”, cuyo mantenimiento corre por cuenta de la provincia.

El Instituto tiene como objetivo, de acuerdo al comunicado del gremio, “formar profesionales capacitados para desempeñarse a nivel local, regional e internacional en los niveles de conducción general o administrativa del sector hotelero y gastronómico”.

Estos convenios son muy comunes, al menos en territorio bonaerense, donde el Estado provincial dota y provee de recursos, como el pago de los salarios, a estos Institutos propiedad de los sindicatos para formar allí profesionales en los distintos rubros.

Curioso, ya que la provincia en muchos casos, como viene detallando este medio en distintos informes, no le brinda a sus escuelas ni Institutos la infraestructura adecuada para que puedan desarrollar sus actividades al menos dignamente.

Pero el predio cedido al sindicato de Santa María ofrece algunos aspectos legales un tanto dudosos. Es que la aprobación de la operación no está lo suficientemente clara.

El contrato de comodato celebrado entre la Dirección de Cultura y Educación bonaerense, entonces presidida por Gabriel Sánchez Zinny, y la Federación de encargados data del 11 de diciembre de 2018. Y el plazo se estableció por cinco años, venciendo, por ende, a fines del año pasado.

Sin embargo, el tema recién fue tratado formalmente por el órgano pertinente, la Unidad Educativa de Gestión Distrital (UEGD), varios meses después, el 10 de septiembre de 2019. Cuanto menos, desprolijo.

Pero las dudas persisten.

Ya que si bien figura en la Orden del día, bajo el Expediente 0584-2990659/2019, y donde se hace mención al contrato previamente celebrado, pero con otro número de Instituto, el 151, cuando es el 222, en el Tratamiento de las diversas cuestiones allí tratadas, el tema posee una “aprobación dudosa”.

¿Por qué? La UEGD afirma en el Acta de reunión del 10 de septiembre de 2019 que “se resuelve la utilidad del espacio (N. de la R:, el predio) para actividades de campamentismo”, agregando que “se aclara que el uso de este espacio fue tratado en anteriores reuniones determinando la utilidad que se ratifica en esta reunión”.

La sensación que transmite la revisión de dichas resoluciones es que el acuerdo parece “metido con fórceps”.

Tal es así, que este medio pudo saber que el Consejo Escolar de General Pueyrredon no sabe cómo proceder ante aquellas presuntas irregularidades, ya que el contrato venció el 11 de diciembre de 2023, y el gobierno de Axel Kicillof está presionando para su renovación.

Si bien el convenio está firmado por parte de Sánchez Zinny, quien llevó adelante las negociaciones con el sindicato fue quien entonces era su segundo, Sergio Siciliano.

La entrada al Instituto del sindicato, con una de las tres garitas

La Unidad Educativa de Gestión Estatal (UEGD) fue creada por la Resolución 6000 del año 2003 como “una estrategia de gestión en el territorio proponiendo una acción conjunta con organismos e instituciones del Sistema Educativo, organismos municipales y organizaciones no gubernamentales y comunitarias”.

Este “ámbito de gestión distrital” tiene la finalidad de “propiciar, sostener, impulsar y generar acciones que favorezcan la calidad educativa, posibilitando la obtención de respuestas y soluciones de una manera más ágil y acertada a las demandas y necesidades educativas locales”.

La Integran Jefatura Distrital y Cuerpo de Inspectores, Consejo Escolar, Gremios Docentes y Personal Auxiliar, Representantes del Gobierno Municipal, Secretaría de Asuntos Docentes y la Federación de Cooperadora Escolares.

El Instituto sindical, originalmente, se iba a inaugurar a fines de 2021. De hecho, en plena campaña electoral para las elecciones legislativas de aquel año, la entonces titular de ANSES y ex candidata a Intendente de Mar del Plata, Fernanda Raverta, y su marido, el entonces candidato a senador provincial, Pablo Obeid, visitaron el establecimiento, se sacaron fotos e hicieron las declaraciones de rigor.

Pero recién empezó a funcionar en 2023, luciendo desde 2021 unas hermosas instalaciones pero sin alumnos, que aún hoy son escasos.

Ya desde aquel año, se apreciaba que el resto del predio que no había sido cedido al SUTERyH, sobre la calle Libres del Sud donde estaba la entrada principal de la colonia Alfonsina Storni, estaba cercado y con una garita de seguridad.

Este medio se comunicó con la empresa que alquiló las garitas, que detallaron que el servicio lo contrató una cooperativa dedicada a la seguridad: “Nos contrataron de ahí, no recuerdo el nombre. Tienen varias garitas en todo el predio, con seguridad las 24 horas”, dijeron.

El Instituto “tiene aulas con un diseño innovador, espacios que se pueden adaptar según las necesidades pedagógicas. Se pueden convertir en un aula magna o dividir en dos o cuatro aulas”.

Además, el lugar cuenta con sala de informática, biblioteca, una gran aula gastronómica, espacio de estar común para los estudiantes, huerta orgánica de enseñanza, cuyos productos se utilizarán en el restaurante, y un playón deportivo, que también podrán utilizar los alumnos.

El contraste con las escuelas provinciales es cada vez más notorio e indignante.

Con gran preocupación, quienes integramos la comunidad educativa del establecimiento, vemos el avance de la apropiación del edificio de la ex colonia Alfonsina Storni que compartimos, por parte del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y horizontal (SUTERyH) quienes han logrado lo que a esta institución no se le brindó: la ampliación del edificio con la consecuente puesta en valor”.

Con aquellas palabras, las autoridades de la Escuela 25 reclamaron por la situación el 28 de marzo de 2022 a la Dirección de Cultura y Educación del gobierno bonaerense, replicando lo pedido en otra carta del 17 de enero de 2020.

Aún no respondieron.

pablo@elobservadoronline.com.ar

@PortaluppiPablo

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