Pablo Portaluppi
El gobierno de Alberto Fernández podría designar embajador en Israel a un ex gobernador que debió abandonar su cargo cercado por una fuerte crisis económica y denuncias de corrupción. Se trata de Néstor Perl (foto portada, a la derecha), quien en 1987 fue elegido mandatario provincial de Chubut pero apenas tres años después, a 13 meses de cumplir su mandato, presentó su renuncia para evitar un inminente juicio político.
La noticia adquiere mayor impacto debido a que quien ocupó hasta hace poco el cargo de embajador ante el país hebreo es Sergio Uribarri, quien a comienzos de abril fue condenado a la pena de 8 años de prisión e inhabilitación perpetua como funcionario público por los delitos de negociación incompatible con la función pública y peculado.
Entre los hechos por los cuales se condenó al ex gobernador de Entre Ríos, los jueces entendieron que hubo favorecimiento a Juan Pablo Aguilera, su cuñado, con un esquema de testaferros y cartelización para apropiarse del dinero destinado a publicidad provincial en la vía pública.
Además el tribunal consideró que en el año 2014 durante la Cumbre del Mercosur, utilizó spots con fondos públicos para pre candidatearse a la presidencia. Al igual que en 2015 en un parador de Mar del Plata.
Según el diario “El Chubut”, el nombre de Néstor Perl es el que más fuerte suena para ser el próximo representante del país ante Israel. De acuerdo a lo que trascendió, el ex mandatario mantiene un vínculo muy estrecho con el vice canciller Pablo Tettamanti.
¿Quién es Tettamanti?. Es el hombre de la vicepresidente Cristina Kirchner en la Palacio San Martín. Diplomático de carrera, abogado y doctor en derecho público, había sido designado embajador en Rusia por la ex Presidente a través del Decreto Nº447/14 en abril de 2014, previo paso como director de Organismos Internacionales de la Cancillería, durante la gestión del fallecido Héctor Timerman. Pero en 2017 fue relevado de su cargo por Mauricio Macri “por razones de servicio”, que en verdad obedecieron a que la esposa del funcionario, Elida Bianchetti, publicaba en redes sociales mensajes furibundos contra el gobierno de Cambiemos y de apoyo a Cristina Kirchner.
Néstor Perl, de 82 años y de profesión abogado, fue el primer gobernador peronista de la provincia luego del regreso de la democracia en 1983. Nacido en Esquel, ex diputado e impulsor de la Ley de Divorcio, sucedió en el cargo al radical Atilio Viglione, luego de imponerse en las elecciones de 1987 con el 45% de los votos, cuando el peronismo obtuvo una resonante victoria en todo el país que dio comienzo a la debacle alfonsinista.
Perl asumió en medio de una grave crisis, atravesada por huelgas masivas en todos los sectores del Estado, en especial los docentes. Pero su gestión no logró resolver los conflictos. Al contrario, los empeoró. “Fue un desastre. Había paros todos los días, se pagaban tarde los salarios, los gremios se le pusieron de punta, y para colmo, empezó a haber sospechas de corrupción”, afirma Federico Montes de Oca, reconocido periodista de la zona.
Con un contexto signado por marchas en contra de su gestión, una tirante relación con el flamante gobierno de Carlos Menem, con las arcas provinciales vacías, una mala administración, paros estatales, sin clases durante la mayor parte del año, y con el vive gobernador Fernando Cosentino pidiéndole la renuncia, Perl fue denunciado por el delito de “malversación de caudales públicos”.
Aunque la denuncia se pareció más a un intento de darle el “tiro de gracia”, el juicio político en su contra parecía inminente. Antes de enfrentarse a aquello, decidió presentar la renuncia el 31 de octubre de 1990, a falta de un año de cumplir su mandato.
Sin embargo, siguió militando en política. En 1993, Carlos Menem lo designó agregado de Asuntos Científicos y Tecnológicos en Italia. Cinco años después, recaló en la subsecretaría de Asuntos Institucionales del entonces Ministerio de Salud y Acción Social. Ya en el gobierno de Eduardo Duhalde, estuvo a cargo de la Secretaría de Coordinación del Ministerio del Interior.
Al parecer, también supo cultivar buenos vínculos con el kirchnerismo. Y eso que su esposa, Constanza Guglielmi, es hija de un militar denunciado ante la CONADEP, y fue acusada por diferentes usinas kirchneristas de propiciar “mano dura” ante la inseguridad.
Las relaciones con Israel son altamente trascendentes, ya que la comunidad judía en la Argentina es la más importantes de América Latina. Cabe señalar que nuestro país fue uno de los que adoptó la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, según sus siglas en inglés).
Pero durante la gestión de Alberto Fernández también hubo algunas manchas. En mayo de 2021, Argentina votó a favor de una iniciativa para investigar presuntas violaciones a los derechos humanos por parte de Israel en el conflicto con Hamas.
Y a fines de aquel año, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, compartió en su cuenta de Twitter el comunicado de una agrupación denominada Llamamiento Argentino Judío, que desconocía la representatividad de la Daia, aunque luego lo borró.
pabloportaluppi01@gmail.com
@PortaluppiPablo
El título dice que soy Licenciado en Periodismo, pero eso poco importa. Lo más importante es que solo dependo de mi.