Por Pablo Portaluppi
Finalmente, la escueta lista de 70 vacunados vip contra el coronavirus que difundió en los últimos días el Gobierno Nacional, luego de la crisis generada por las confesiones de Horacio Verbitsky que derivaron en la salida de Ginés González García del Ministerio de Salud, confirmaron la presencia entre los privilegiados del megaempresario Florencio Aldrey Iglesias, así como sus familiares Dolores Noya Aldrey, Matilde Noya Aldrey y Lourdes Noya Aldrey, quienes figuran como accionistas en varias de sus empresas. Su inclusión tal vez sea una de las más indignantes, a pesar de sus casi 90 años. Al igual que la del ex gobernador bonaerense y protegido político, Daniel Scioli.
Amo y Señor de Mar del Plata, Iglesias posee los diarios La Capital, El Atlántico, La Voz de Tandil y La Prensa, las dos principales radios de la ciudad, una empresa de cable, los hoteles Hermitage y Provincial, además de explotar diversas Unidades Turísticas Fiscales. A partir de este “imperio”, construyó un enorme poder al que somete a la inmensa mayoría de los dirigentes políticos locales. Y también a algunos gobernadores bonaerenses.
De hecho, en la desmembrada y huérfana causa contra Daniel Scioli, que procuró el Fiscal Álvaro Garganta, en 2018 la Unidad de Información Financiera (UIF), por entonces a cargo de Mariano Federici, había detectado una operación sospechosa entre Luis Alberto Peluso, ex-interventor de Loterías y Casino de la Provincia de Buenos Aires durante la gestión del hoy Embajador en Brasil, y Florencio Aldrey Iglesias. La operación en cuestión se trató de una extraña venta de un inmueble que nunca se concretó. La firma involucrada era Cintura S.A., representada por una de las vacunadas vip, Lourdes Noya Aldrey.
El 26 de febrero de 2019, en un edicto publicado en el Boletín Oficial, se informa que según Asamblea del 4 de diciembre de 2018, la firma Cintura S.A. Industrial, Comercial e Inmobiliario, designó como Presidente a Florencio Aldrey, Vicepresidente a Jorge Aldrey, y Director Suplente a Juan Carlos Aldrey.
Por su parte, en Mar del Plata, la Unidad Turística Fiscal “Emprendimiento Paseo Las Toscas y Paseo Hermitage”, es explotado por Florencio Aldrey Iglesias, a través de la firma Hermitage SA, desde 1999, con vigencia hasta 2029. Comprende 11.000 mts 2, compuestos por 3 balnearios, 248 cocheras, un anfiteatro, diez locales. Y un casino, llamado “Casino del Mar”, ubicado frente al famoso Hotel Hermitage.
En verdad, la sala de juegos es explotada por la firma Boldt SA desde el 21 de febrero de 2005, que había firmado con Hermitage SA en el año 2004 un contrato a través del cual se estableció como precio de locación una suma de 30 mil pesos, además de pagar al Estado el 3,5% de las ganancias producidas por las máquinas tragamonedas.
Sin embargo, la firma de Aldrey Iglesias obligó a Boldt a pagarle 10 mil pesos más por la locación, y esos datos no fueron informados al Municipio. Pero esta maniobra recién se supo en el verano de 2019, durante el gobierno local de Carlos Arroyo.
Pero sucedió algo mucho peor. A partir de la verificación de los contratos, se reveló que Hermitage SA le abonaba al Estado municipal en concepto de canon por la explotación del predio la irrisoria suma de $9.000 por mes, desglosada en $8.300 por los balnearios, cocheras y locales, y sólo $833 por el Casino. Es decir, que la firma propiedad de uno de los vacunados vip recaudaba aproximadamente unos $15 millones anuales solamente por parte de Boldt, y pagaba apenas unos $100.000 por año. En aquel momento, alquilar un departamento de 80 mts2 costaba $12.000 mensuales, y Aldrey pagaba por 11.000 mts2 una cifra aún menor.
Según declaraciones del por entonces Secretario de Hacienda municipal, Hernán Mourelle, “con ese canon las arcas públicas dejaron de recaudar 84 millones de dólares”, lo que implicaba el presunto delito de defraudación al fisco. La aprobación del acuerdo había tenido lugar en 2005, durante la administración local del ex radical K Daniel Katz, en el cual se dispuso el monto del canon sin cláusula de ajuste y fijo en pesos. De acuerdo al tipo de cambio de marzo de 2019, equivaldría a un 25% del presupuesto de aquel año. Por lo que el 27 de marzo, el ex Intendente Arroyo firma el decreto 623/19 estableciendo la caducidad del “Paseo Hermitage/Las Toscas”.
Luego de muchas idas y vueltas, finalmente en mayo de 2019 se anunció el nuevo acuerdo, al que se llegó, según rememora hoy Mourelle, “gracias a la presión que ejerció la firma Boldt, ya que Aldrey quería ganar tiempo a la espera de las elecciones”. El convenio determinó que “Hermitage SA” debía abonar en concepto de canon anual, hasta el fin de la concesión, un 30% de las sumas a percibir por todos los contratos que celebrara con terceros por los locales comerciales y demás espacios que sean objeto de locación, y también el 3.5% de la rentabilidad bruta producida por las máquinas electrónicas de juegos de azar habilitadas en el “Casino del Mar”, además del pago de una suma de $10 millones pagaderos en 5 cuotas. Además, 2 de los 3 balnearios pasaban a ser públicas de libre acceso, uso gratuito y equipadas, a cargo del concesionario con módulos gastronómicos, baños y la provisión de sobrillas en el 40 por ciento del área de arena seca.
Si bien aquel acuerdo no establecía una suma fija, de acuerdo a los valores de la época, se estimaba que iban a ingresar a las necesitadas arcas municipales aproximadamente entre $ 12 y 15 millones anuales. Una suma infinitamente superior a los $100.000 por año que ingresaban hasta aquel año.
En la conferencia de prensa brindada en aquella oportunidad, el ex secretario de Hacienda explicaba que “por el casino, el concesionario estaba recibiendo el 3,5% de los premios pagos a los apostadores. Ese porcentaje, que fue un convenio que no estaba en los trámites y del cual surgió de las acciones administrativas de esta Administración, iba todo al concesionario y desvirtuaba todo lo que se había declarado originalmente para determinar el canon. Por el uso del casino, el concesionario pagaba un canon de $830 mensuales. A partir de este convenio, el 3,5% del total va a ingresar a las arcas del Municipio, uno $830.000 por mes. Además, se reabrirá una fuente de trabajo que tanto hace falta en la ciudad”.
Pero en octubre de 2019, fue electo un nuevo Intendente, Guillermo Montenegro, y tal como especulaba el empresario español, todo cambió. El acuerdo alcanzado por la anterior administración local nunca se aplicó, y el 27 de noviembre de 2020 el actual jefe comunal y Aldrey Iglesias firmaron una “addenda” al acuerdo transaccional estipulado en mayo de 2019 por medio de la cual se ratificó por parte del segundo el cumplimiento de aquel convenio pero con una gran modificación: el monto del canon.
El cambio introducido por Montenegro estipuló directamente un canon fijo y anual por la temporada 2019/2020 de solamente $1.243.294 (es decir, unos $103.607 por mes), que a partir de la temporada 2020/2021 incluiría una actualización por la información. Las razones de tal modificación, de acuerdo a la “addenda” firmada, estriban en que la metodología utilizada por la administración de Carlos Arroyo por el pago del canon era “inconveniente e ineficaz”.
En números concretos, la Municipalidad de General Pueyrredón recaudará por la explotación de un predio de 11.000 mts 2 con locales, cocheras y balnearios $1.300.000 en vez de $12 millones. Dicho de otra forma, Florencio Aldrey Iglesias, uno de los vacunados vip, pagará una cifra 10 veces menor a lo que debe pagar. El nuevo convenio, que actualmente se encuentra en el Comisión de Turismo, será tratado en las próximas semanas por el Concejo Deliberante. Además de ello, Aldrey nunca fue denunciado por posible defraudación al fisco.
Más allá de los límites de Mar del Plata
Pero el poder de Aldrey no se limita solo a la ciudad. El 18 de junio de 2008, el entonces gobernador bonaerense Daniel Scioli, su ahijado político, le cedió, de manera directa y escandalosa, a través de su empresa Hotelera del Mar S.A., la concesión por 30 años para la explotación del NH Gran Hotel Provincial y del Casino de dicho establecimiento, eximiéndolo del pago de IIBB desde su reinauguración. El proceso licitatorio duro apenas dos meses, y la fecha del contrato social de dicha firma es del 5 de mayo de 2008, es decir, apenas 45 días antes del “obsequio” de Scioli. Pero eso recién fue el comienzo: mediante el decreto 2849, y a escasos días de dejar el poder, el ex Intendente Gustavo Pulti prorrogó la exención por 10 años del pago de las tasas municipales. Hotelera del Mar tampoco las abonaba desde 2008.
Pero un hecho que confirma la buena sintonia que siempre existió entre el empresario y el kirchnerismo fue la adecuación a la Ley de Medios K. La propuesta fue presentada en la ex AFSCA el 13 de noviembre de 2012, siendo aceptada por unanimidad. Allí se confirmó que el grupo poseía medios a través de cuatro firmas (La Prensa SA, Difusora Austral SA, Editorial La Capital SA y Deportes y Espectáculos SA). El organismo que conducía Martín Sabbatella autorizó el plan que dejaba a Aldrey como el máximo accionista de editorial La Capital, que controla el diario con el mismo nombre, nave insignia del grupo; cuatro AM en distintos puntos del país, y tres FM, también en distintas ciudades, además del diario La Voz de Tandil, La Capital Cable y Canal 2 de Mar del Plata.
En el mencionado plan de adecuación, aparecían familiares suyos, entre ellos los nombres repetidos de Juan Carlos Aldrey, Jorge Eduardo Aldrey, y otra de las vacunadas vip, Dolores Noya. También Florencio Aldrey Iglesias aparece vinculado a dos empresarios involucrados en la causa de los cuadernos de la corrupción k, Néstor Otero y Patricio Gerbi. Sin embargo, en aquel proceso las denuncias ni siquiera lo rozaron.
En el año 2010, Otero, dueño de la terminal de micros de Mar del Plata, junto a Aldrey, fueron protagonistas de una polémica adjudicación, otra vez con la ayuda de Scioli y el por entonces Intendente de General Pueyrredón, Gustavo Pulti, que se hizo por la explotación comercial de la Terminal Sur, donde se levantó el shopping más grande la ciudad. A través de la firma Emprendimientos Terminal SA, donde figura un familiar del español, se impusieron a una iniciativa presentada por el reconocido arquitecto César Pelli. El centro comercial lleva por nombre “Shopping Aldrey”.
En verdad, Emprendimientos Terminal S.A. (ETSA), al ser conformada especialmente para la presentación del proyecto, tenía distintos accionistas, todos vinculados a reconocidas firmas de la ciudad. Aldrey no aparecía, pero nadie dudaba que era el verdadero dueño. Lo que terminó por confirmarse involuntariamente por el Escribano Gustavo Crego, quien en una entrevista reconoció que “la primera etapa fue la formación del grupo como sociedad jurídica y la presentación, preparación y certificación de la documentación del pliego licitatorio. Fue una etapa vertiginosa y en la cual el fundador del grupo, el señor Florencio Aldrey, no sólo intervenía activamente como un técnico de un equipo, sino que fundamentalmente tiene la virtud y habilidad de contagiar el espíritu del esfuerzo”.
Y al igual que lo ocurrido con el Paseo Hermitage, el canon que ofreció pagar Emprendimientos Terminal por la explotación del shopping fue de 19 millones de pesos por los 30 años de concesión, lo que equivale a 52 mil pesos por mes, para un espacio que posee casi cuatro manzanas, con 130 locales comerciales, salas de cines, patio de comidas y 450 cocheras cubiertas.
Néstor Otero, quien ya operaba la Terminal de Micros de Mar del Plata, debió renunciar a ETSA al ser imputado por “dádivas” en la causa que investigaba al exsecretario de Transporte Ricardo Jaime. Pero integró otra Sociedad Anónima atribuida a Aldrey Iglesias: Arenas del Atlántico SA, la empresa que en 2014 se constituyó para “comprar” el diario “El Atlántico”, principal competidor de “La Capital”.
Justamente, la construcción del centro cultural estuvo a cargo de Coarco, empresa propiedad de Patricio Gerbi, con un presupuesto que rondó los 500 millones de pesos. La firma constructora estuvo implicada en Mar del Plata en obras polémicas. La más conocida quizá sea la frustrada Terminal de Cruceros, que tuvo un costo de 7 millones de dólares y nunca se utilizó para esos fines.
Quizá todas estas conexiones expliquen la presencia de Florencio Aldrey Iglesias y su familia en la lista de vacunados vip.
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El título dice que soy Licenciado en Periodismo, pero eso poco importa. Lo más importante es que solo dependo de mi.
