Postales de la crisis: Mar del Plata, sin nafta y con colegios privados al borde del cierre

Con la desocupación más alta del país (8,3%), y con el 38% de su población sumergida en la pobreza y en la indigencia, dos noticias sacudieron aún más la convulsionada actualidad que atraviesa la ciudad de Mar del Plata, que en verdad es apenas una muestra de lo que ocurre en todo el país.

Promediando la jornada del viernes último, todas las estaciones de servicios marplatenses, literalmente, se quedaron sin nafta tipo súper, y muy pocas entregaban gasoil. Y pocas horas antes, desde una asociación que nuclea a escuelas privadas de la provincia de Buenos Aires se advertía que una docena de establecimientos pueden cerrar definitivamente sus puertas.

La Cámara de Expendedores de Combustibles de la ciudad, a través de un comunicado, señaló que la situación “es complicada en general”. Y que “se registran faltantes” en varios productos.

Según indican, la causa de este grave escenario es por la decisión del gobierno nacional de “congelar” el precio de los combustibles hasta el próximo 31 de octubre, es decir, nueve días después de las elecciones presidenciales, y por la devaluación del 14 de agosto.

El 17 de agosto pasado, el ministro de Economía y candidato presidencial por Unión por la Patria, Sergio Massa, anunciaba que los precios de los combustibles iban a quedar congelados hasta aquella fecha, tras la suba de 12,5% implementada por esas horas por la mayoría de las petroleras, incluyendo YPF.

Entramos en un sendero en el cual no habrá más incrementos de combustibles, producto de una decisión en la cual el impacto de la devaluación la termina asumiendo el consumidor, una parte las empresas y una parte el Estado que va a resignar parte de los recursos que pagan las empresas», avisaba Massa.

Pero la realidad se empeña en desmentirlo. Una de las consecuencias de aquella medida fue que las empresas comenzaron a implementar el sistema de cupos. Lo que no se ajusta por un lado, se ajusta por otro.

Y pese al anuncio oficial, en los últimos días se registraron incrementos promedio de entre $2 y $4 por litros en todos los productos en varias provincias, como Santa Fé, Mendoza y Misiones.

Además, y como siempre pasa, hay una gran disparidad de precios, típica postal de épocas de fuerte inflación. Mientras en Mar del Plata, la nafta súper cuesta casi $300, en Mendoza vale $289, a la vez que el gasoil en la ciudad balnearia puede valer en una estación de servicio unos $306 y en otras hasta $360, y en la capital mendocina, $324.

Nadie sabe lo que cuestan las cosas.

Se observa un mercado muy desordenado”, destaca el documento de la Cámara marplatense.

El faltante de combustible este medio lo comprobó en la realidad. En una recorrida de las últimas horas, en 14 estaciones de servicio de diferentes zonas de la ciudad, como Constitución, Centro, Puerto y Champagnat se podía leer el cartel “No hay Súper”, y sólo en 3 de ellas había gasoil.

La crisis educativa

Por otro lado, según informó el diario “La Capital”, luego del XXI encuentro anual de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas de Buenos Aires (Aiepba) y la Junta Nacional de Educación Privada (Junep) realizado en Mar del Plata, se advirtió en un documento que “que hay doce colegios con riesgo de dejar de funcionar si no reciben subdisios”.

Aunque los nombres por supuesto no trascendieron, se sabe que es una situación que viene de lejos y que se ha agravado en los últimos meses. En la ciudad hay cerca de 300 establecimientos privados que albergan aproximandamente a 70.000 chicos, de los cuales por lo menos 30, o sea el 10%, están atravesando momentos complicados.

Fuetes de un importante establecimiento privado le dijeron a este medio que “el escenario es más grave de lo que parece. Hemos tenido que recortar actividades, como educación física en clubes, prescindir de personal, y en algunos casos, desocupar oficinas administrativas que se alquilaban en otros edificios. Pero ya nos quedamos sin opciones a ajustar. No sabemos qué va a pasar”.

Si bien no hay estadísticas formales, se estima que aproximadamente el 50% de la deuda que mantienen los colegios es con la AFIP, aunque hay algunos que también le deben plata a proveedores y hasta al personal.

En el encuentro en el cual participaron más de 350 personas, entre directivos y propietarios de escuelas, se planteó que se han elevado ante la Dirección General de Escuelas más de 1.000 pedidos de incorporación de establecimientos o secciones para recibir subsidios que permitan afrontar porcentajes en el pago de los haberes de los equipos docentes.

Un mes atrás, desde AIEPBA informaban que “la morosidad en las cuotas de los colegios privados de Mar del Plata hoy ronda el 20%”.

Pero ello no ocurre solo en la ciudad balnearia.

Hace pocos días, el 20 de septiembre, con la noticia que un colegio de Avellaneda, el Instituto Modelo del Sur Avellaneda (IMSA) iba a cerrar sus puertas en 2024, se supo que corren riesgo, al menos, 30 escuelas de la provincia de Buenos Aires, y 200 en todo el país, de las cuales el 75% recibe algún tipo de subsidio estatal.

En total, se trata de 10.000 alumnos y 1100 docentes.

Según un informe también elaborado por la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba), de aquellas 200 instituciones, 53 son maternales, 158 de nivel inicial, 147 de primaria, 134 de secundaria16 de nivel superior y siete de modalidad especial

Esquirlas de un estallido que ya ocurrió.

J.P. Mayer

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