Hace pocos días, se dieron a conocer sendos informes sobre dos países que bastante tienen que ver con la Argentina, en especial durante los últimos 20 años: Cuba y Venezuela.
Ambos, de un modo u otro, rozan a nuestro país. Y los datos cobran mayor relevancia en un contexto que se parece mucho a un fin ciclo.
Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), el 88% de los cubanos vive en pobreza extrema, un 13% más que en 2022. Así lo consigna el VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en la isla.
Por su parte, la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos, constituida en 2019 por iniciativa del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ha constatado en Venezuela una intensificación de los ataques contra el espacio cívico con vistas a «silenciar» a las voces críticas, lo que hace que la «vigilancia internacional» sea «más crucial que nunca», en su último reporte publicado en septiembre de este año.
Cabe recordar que el gobierno de Alberto Fernández nunca condenó las violaciones a los derechos humanos que se vienen cometiendo hace años en Venezuela.
De hecho, en julio de este año, Amnistía Internacional le pidió al país “reaccionar” ante tales hechos. En un comunicado, apuntó directamente contra el presidente Fernández por sus declaraciones en la Cumbre del Mercosur y sostuvo: “No hacen más que desconocer la responsabilidad del gobierno en la crisis”.
Dicha declaración se dio en el marco de la inhabilitación durante 15 años, por parte del régimen de Nicolás Maduro, en perjuicio de la opositora María Corina Machado para su participación en las elecciones de este mes.
Recientemente, el kirchnerismo salió a denunciar al candidato opositor Javier Milei por haber recomendado a los argentinos a desarmar los plazos fijos en pesos y pasarse al dólar.
Volviendo a Cuba, el trabajo, elaborado a partir de 1.354 entrevistas en 75 municipios, sostiene que “según los ingresos totales, y siguiendo la pauta de 1,90 dólares diarios para determinar el umbral de la pobreza, para un hogar de tres miembros, el 88% de los cubanos vive en la extrema pobreza”
Luego agregó que “el valor de la moneda cubana en el mercado no estatal, que es el de referencia habitual para los cubanos, ha sido muy inestable en este período (de agosto de 2022 a agosto de 2023)”.
“En este contexto”, explica el informe, “tomamos como tasa de cambio del dólar al cup (peso cubano) la mediana de entre los datos mensuales de dicha tasa recopilados por el Observatorio Económico, un servicio del OCDH: 1 dólar a 180 cup”.
Y añade: “Considerando esta tasa, los hogares que ingresan menos de 30.780 cup al mes estarían en la pobreza dado que un 14% de los hogares situados en el tramo de ingresos entre 23.001 y 35.000 cup tiene problemas para comprar los productos más esenciales, podemos considerar que tal proporción de hogares en dicho rango estaría también en situación de pobreza”.
En concreto, se elabora este minucioso y complejo análisis por la sencilla razón que el gobierno cubano no publica el índice de pobreza. O peor, de acuerdo al último dato oficial, en febrero del 2019, la administración del Presidente Miguel Díaz-Canel, difundió en el portal de CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), que sólo el 6,8% de toda la población y el 4,6% de la misma en las ciudades estaba en situación de «precariedad».
Nadie lo creyó.
El hecho recuerda la manipulación de las estadísticas de inflación durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner en Argentina. Y el reciente intento que hizo Sergio Massa para intentar “camuflar” los índices de agosto y septiembre.
Pero también en Venezuela la situación es similar a la de Cuba.
De acuerdo al sitio Statista, el país caribeño “registró un aumento considerable en la población en estado de pobreza extrema desde 2014, pasando del 25,2% en ese año a 75,2% en 2018. Desde ese año, el porcentaje experimentó, en líneas generales, un descenso que lo ha situado, en 2022, alrededor del 53%”.
Como el gobierno de Nicolás Maduro tampoco difunde datos oficiales, las estimaciones son oscilantes, aunque los trabajos más serios ubican la pobreza entre el 53 y el 75%.
De acuerdo a algunos análisis, “un tercio de la población (la mayoría pensionados y empleados públicos) está hundida en pobreza extrema al percibir cerca de 15 dólares mensuales, en un país donde se necesitan cerca de 500 dólares al mes para los gastos elementales”.
En la Argentina, la última medición oficial por parte del INDEC arrojó que hay un 43% de pobres en el país. Pero el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina estimó que si se quitaran los planes sociales que reparte el Estado, la pobreza llegaría a un 55%.
Un índice escandaloso teniendo en cuenta la riqueza natural del país. Que es justamente la razón por la cual la Argentina no llega a los niveles cubanos.
El salario mínimo, vital y móvil actualmente es de $132.000. En noviembre llegará a $146.000 y en el último mes de año, cuando asuma el nuevo gobierno, alcanzará los $156.000.
A valores de hoy, tomando el dólar blue, la remuneración mínima garantizada es de apenas 132 dólares. Lejos de los ingresos de Cuba, pero en valores bajísimos. Y perdiendo poder adquisitivo cada vez más, de acuerdo a la inflación creciente.
Lo mismo que la pobreza. De acuerdo al propio INDEC, por cada punto de poder adquisitivo perdido -es decir, cuando los ingresos crecen por debajo de la inflación-, 230 mil personas caen debajo de la línea de la pobreza.
Medida de septiembre 2022 a mismo mes de este año, el aumento del costo de vida fue del 138,3%. Y en los primeros nueve meses del año la suba de precios escaló hasta el 103,2 por ciento.
De persistir estos índices, cada vez más gente se sumirá en la pobreza y la Argentina podría acercarse a Cuba.
Para peor, aquellos 132 dólares de salario mínimo no dejan de ser apenas una referencia muy desfasada. Según el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci), una familia tipo marplatense necesitó casi 290 mil pesos en septiembre para adquirir la canasta básica, según el relevamiento mensual que se realiza en más de 130 comercios de cercanía de los barrios populares del Mar del Plata y Batán.
Es decir, poco más del doble.
“Una familia de dos personas adultas y dos niños/as, para adquirir la Canasta Básica de Alimentos (CBA) requirió en septiembre del año pasado 129.350 pesos. En el período de un año, partiendo desde septiembre 2022, la CBA registra una suba del 164,77%”, alertaron los autores del estudio.
“Si la comparamos con el costo de un año atrás, podemos percibir un aumento del 161,23%. En cuanto a la variación mensual del costo de la CBA si comparamos agosto y septiembre de 2023, fue de tan solo un 1,27%, siendo el rubro almacén el que presentó el mayor incremento, del 2,30%”, afirma el director del Instituto, Rodrigo Blanco.
“Si tomamos en cuenta que en agosto pasado se produjo el triste récord de aumento de la CBA, que fue de un 33%, cifra que no habíamos visto en años y que en tan solo un mes cuadriplicó la tendencia que venían presentando las variaciones mensuales de la CBA desde el comienzo del 2023, variaciones que de por sí ya venían adquiriendo valores significativos, lo que tenemos es una variación en dos meses, superior al 35%”, explicó.
Lo que ocurre en Mar del Plata pasa también en cualquier ciudad de la República.
En mayo de este año, se supo que la Argentina volvió a ubicarse nuevamente entre los 10 países de mayor “miseria” económica entre los 157 computó el economista Steve Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, EEUU.
Elaborado en base a datos de inflación, desempleo, tasas de interés y variación del PBI por habitante de 2022, nuestro país se ubica en el sexto lugar del ranking, detrás de Zimbabue, Venezuela, Siria, El Líbano y Sudán y por delante de Yemen, Ucrania y Cuba.
Argentina ya había estado en el top ten de este curioso ranking en 2021, al igual que en 2019 y 2020.
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@PortaluppiPablo
El título dice que soy Licenciado en Periodismo, pero eso poco importa. Lo más importante es que solo dependo de mi.
