La obra social destinada a cubrir en forma obligatoria y cautiva a los empleados públicos de la Provincia de Buenos Aires, el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA), enfrenta una crisis cada vez más profunda.
Los docentes, uno de los colectivos más numerosos y activos de la provincia, denuncian fallas constantes en los servicios de salud que reciben y un modelo de cobertura que, lejos de brindar seguridad, representa una carga adicional. La situación ha impulsado una ola de reclamos que exige respuestas urgentes y cambios estructurales.
“Esperar no es una opción”: Demoras en autorizaciones médicas
Uno de los problemas que más alarma genera entre los docentes es la demora en la autorización de estudios y tratamientos. Para los afiliados de IOMA, en ocasiones, la burocracia se convierte en un verdadero obstáculo para acceder a la atención médica. Los pacientes que requieren procedimientos especializados o tratamientos de enfermedades complejas se ven atrapados en una larga espera, enfrentando el riesgo de que su condición se agrave antes de recibir la atención necesaria.
Solicitudes como ésta se hicieron habituales en grupos de WhatsApp:
“Julieta tiene leucemia y en una operación de meniscos tuvo un paro cardíaco. Después de muchos meses abrió los ojos, y necesita un centro de rehabilitación. Su familia está en contacto con todas las autoridades del IOMA, pero aun así no han podido conseguir un lugar que la reciba”
Otro caso de una docente que ruega ayuda a los grupos de afiliados autoconvocados:
“Me encuentro a la espera de la autorización del trámite que inicié el pasado 24/10, ya que mi médico me modificó el tratamiento por: Vinorelbine 50 mg. y ondasentron con aplicación de ambos cada 21 días. Y esto debido a que como ya había comentado, el cambio de presentación de la dexametasona en el plan meppes hizo que no pueda realizarme la última aplicación, conjuntamente con el doxetacel, ya que la droguería no envió ninguno de los dos a la farmacia”.
Y prosigue: “Esa última orden de provisión que se había emitido nunca se entregó, y me quedé a la espera de que se resuelva durante un mes, sin poder realizar esa aplicación. Estoy atravesando un cuadro complejo, con angustia, motivado a las reiteradas interrupciones que se han generado en mi tratamiento durante estos años. La indicación de mi oncólogo fue no seguir esperando, ya que advirtió progresión en el hígado y los pulmones. No hemos podido conseguir donaciones para poder iniciar este nuevo plan, tampoco puedo acceder a la medicación de forma particular”.
Cobertura limitada y el golpe al bolsillo docente
El alcance limitado de las prestaciones médicas cubiertas por IOMA es otro de los grandes problemas que afecta a los docentes. En tratamientos de alta complejidad o en la provisión de ciertos medicamentos, la obra social establece restricciones que imponen una carga económica directa sobre los afiliados. Esto, en un contexto donde los salarios docentes ya son objeto de reclamo, genera una presión económica que para muchos es insostenible.
El diario La Nación titulaba el pasado 6 de noviembre: “Advierten que una deuda de IOMA pone en riesgo la cobertura de tomografías y resonancias”. La advertencia provino de la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (FEMEBA): “Aún no ha pagado las prestaciones brindadas en el mes de mayo”, precisaba.
Efectivamente, la Provincia adeuda desde hace seis meses el pago de las prestaciones que los centros médicos brindaron a sus afiliados. En consecuencia, la citada FEMEBA emitió un comunicado en el que detalló el conflicto entre los médicos y el Instituto, que pone en la cuerda floja a los estudios de alta complejidad que necesitan miles de pacientes.
Red de prestadores médicos: cada vez más lejana
La falta de prestadores que acepten IOMA en ciertas regiones de la provincia es otro motivo de preocupación. Los docentes denuncian que, debido a la mora en los pagos y al bajo valor que la obra social abona a los profesionales de salud, cada vez son más los médicos y clínicas que deciden no recibir pacientes de IOMA, dejando a miles de docentes sin acceso cercano a la atención.
La situación es especialmente grave en zonas alejadas de los grandes centros urbanos, donde la escasez de prestadores fuerza a los docentes a trasladarse largas distancias o a optar por atención particular. “Si estás en el interior, simplemente no tenés opciones. Los médicos de la zona nos dicen que ya no aceptan IOMA porque no les pagan. Es un abandono”, asegura A. R, docente de primaria en la localidad de Bragado.
Los policonsultorios y algo que no cierra
Al hablar de la proliferación de policonsultorios en toda la provincia, el titular de FEMEBA, Guillermo Cobián, en una reunión del Círculo Medico en la ciudad de Olavarría expresó: “Los policonsultorios eran, en la argumentación de IOMA, para evitar los cobros indebidos. lugares donde no se cobraba nada adicional. Desde ese punto de vista, lo vemos como una alternativa válida y de hecho ya existían. Había gremios que tenían consultorios donde los médicos atendían y no cobraban nada encima. Desde ese punto de vista lo vemos como una alternativa válida”.
Aunque de inmediato, acotó que “el problema es que esos policonsultorios, empezaron a tener médicos que no tienen matricula, o las facturaciones por lo menos son de médicos sin matricula, médicos jubilados, médicos venezolanos o cubanos sin habilitación para trabajar en el país, o sea donde la calidad médica no está garantizada ni mucho menos. Lo que IOMA le paga por una consulta a un policonsultorio es mucho más que lo que le paga a FEMEBA, que si tiene garantía de calidad. Ahí parece haber un negocio raro”
Así mismo, el titular de FEMEBA agregó que “si uno ve quien creó la Asociación de Policonsultorios y quién creó alguno de los policonsultorios, ve que es una chica de 20 años que el mismo día que creó eso, creó una empresa exportadora de no sé qué y una empresa agrícola. O sea que de salud nada. Eso huele bien, bien feo. Los que están en la conducción muchas de esas cosas son empleados del Ministerio de Salud, o sea con un vínculo demasiado cercano a La Cámpora y al gobierno.»
En ese sentido, en julio de este año, el diario “El Día”, de La Plata, publicó un artículo donde revelaba que “la facturación de los más de 230 policonsultorios que hay en la provincia es manejada desde la Asociación Civil de Establecimientos Ambulatorios y Policonsultorios Privados, constituida en abril de 2022, y cuya directora se llama Silvina Mariel Fontana, una odontóloga de la localidad de City Bell representante de RM Salud, una firma que posee a su vez don policonsultorios a su cargo”.
La dra. Fontana, a su vez, está acompañada por tres personas más estrechamente vinculadas al negocio de la Salud.
“Es así que, aunque de gestión privada, los policonsultorios de IOMA están nucleados en torno a una Asociación muy vinculada a la obra social bonaerense”, concluye el matutino platense.
Acceso a Medicamentos: Un lujo para algunos docentes
Para los docentes con enfermedades crónicas o que requieren medicación continua, el acceso a los medicamentos necesarios es cada vez más incierto. Las limitaciones en la cobertura de ciertos fármacos —especialmente aquellos de alto costo—, sumadas a los requisitos administrativos que impone IOMA, convierten al acceso a la medicación en un obstáculo insalvable para muchos docentes.
“Hay un recorte de prestaciones total”, dijo Julián Vázquez, integrante de la Asociación Azul por la Vida Independiente de las Personas con Discapacidad, y precisó que en la lista hay “algunos medicamentos como un spray para prevenir las escaras, que no lo cubre”.
Salud Mental en Riesgo: La Otra Cara del Problema
La falta de un sistema de salud fiable tiene también un impacto significativo en la salud mental de los docentes. Al estrés de las condiciones de trabajo en la educación pública, se suma la preocupación constante por la salud propia y la de la familia. El temor por no poder acceder a un tratamiento adecuado, o a enfrentar largas esperas para obtener atención, es una carga emocional que muchos docentes no logran superar.
Un sistema que necesita reformas urgentes
La situación de IOMA se ha convertido en un problema estructural que afecta directamente la calidad de vida de los docentes bonaerenses y del resto de los estatales que dependen del gobierno de Axel Kicillof. Las autoridades provinciales tienen ante sí el desafío de reformar un sistema que, en su estado actual, parece estar lejos de cumplir su misión de brindar un servicio de salud integral a sus afiliados.
Los sindicatos, aliados al gobierno provincial, poco se manifiestan
Están habilitados a participar del Consejo Consultivo Gremial de IOMA: ABER, AEMOPBA, AERI, AJAMOP, AJB, AMET, APDFA, APL, APOC, APV, ATE, DSSP, FEB, FEJPMBA, FESIMUBO, S. GRÁFICO, S. PRENSA, S.S. PÚBLICA, SOEME, SOSBA, SUTEBA, UDA, UDOCBA, UPCN, CICOP, SPMHLP.
Asimismo, y en el caso particular de los docentes, SUTEBA forma parte del directorio a través de la vocalía de Mariana Luján Molteni.
Sin duda comparten el pensamiento del presidente de IOMA, el camporista Homero Giles, quien se graduó de médico en Cuba como estudiante de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana y es un férreo militante de un sistema de salud regulado e intervenido por el Estado.
Hay una clara determinación de asfixiar a la agremiación que representa a los médicos, despersonalizar la atención de los afiliados y de paso, aprovechar la situación para generar nuevas contrataciones.
Mientras tanto, los funcionarios y legisladores que apoyan la “cubanización de la salud provincial” no utilizan IOMA como obra social y optan por la contratación de prepagas.
(NOTA DEL EDITOR: Si les interesa leer más publicaciones sobre IOMA en El Observador Online, ir a este link https://elobservadoronline.com.ar/?s=Ioma)
Prof. Luis Distefano
Director de www.profe.ar
@DistefanoLuis en X