Por Susana Jantus
Para el jueves 28 de febrero se está organizando y difundiendo a través de las redes sociales, una convocatoria cuyo lema es: Sin Justicia NO hay República. La denominada #28FYoVoyAlConsejo se llevará a cabo frente al Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires con el fin de reclamar Auditoría y Juicio a los malos Jueces.
En estos días en donde todavía resuenan las repercusiones de un supuesto caso de extorsión contra el fiscal Carlos Stornelli, quien alega que solo se trata de una represalia en función de los grandes avances que hay en la causa de “los cuadernos”, la JUSTICIA está siendo seriamente observada.
Resulta más que frecuente los casos en los que jueces y fiscales son sospechados de todo tipo de irregularidades para acceder a la función pública o por su desempeño y en el que, al mismo tiempo, se desestiman las acusaciones de forma rápida y no del todo claras. Son muy pocos los funcionarios que nunca han sido acusados por mal desempeño o casos de corrupción vinculados al narcotráfico, o enriquecimiento ilícito, entre otros delitos.
El Fiscal de Lomas de Zamora, Enrique Ferrari tiene un “colorido” recorrido por la justicia provincial y en su momento también ha sido señalado por irregularidades en su función.
En los últimos días de 2018, se lo vio a Ferrari “acompañado” por un séquito de hombres desconocidos que no lo dejaban ni a sol ni a sombra cuando se dirigía a cumplir con sus labores en el organismo judicial. No hablaba con nadie y solo se limitaba a entrar en su oficina para firmar documentación y retirarse, horas más tarde, con los mismos hombres desconocidos con los que había ingresado a las dependencias.
Los empleados judiciales desconocen quiénes son esos individuos y se establece todo tipo de conjeturas y suposiciones al respecto. Cabe destacar que el mencionado funcionario solo asistía los días viernes para cumplir con sus obligaciones. No se sabe la razón del porqué no iba a trabajar el resto de la semana al departamento judicial más importante de la provincia de Buenos Aires ya que maneja el 25% de los casos penales de toda la provincia. Ferrari fue designado por el Senado y tiene la importantísima tarea de controlar a más de cien funcionarios del Ministerio Público.
Si hay algo que llama la atención desde la asunción de María Eugenia Vidal en la gobernación de la provincia de Buenos Aires es que mantenga sin investigar seriamente a funcionarios cuestionados como es el caso de Enrique Ferrari quien llegó a la Fiscalía General de Lomas de Zamora en 2013 gracias a la ayuda de Julián Álvarez quien fue Secretario de Justicia de Cristina Fernández y es considerado uno de los fundadores principales de “la Cámpora”.
Vidal todavía no ha removido ni cuestionado, al menos públicamente, a empleados judiciales como es el caso de Ferrari quien siempre fue sospechado por varias causas y se lo señaló como un fiscal que nunca reunió los antecedentes necesarios para ocupar el cargo que alcanzó.
Ferrari se encarga de avalar, por ejemplo, a Gustavo Gaig, en el pasado su secretario, quien accedió a su posición como Juez de Garantías N° 3 de Lomas de Zamora a instancias de otros funcionarios y quien también es sospechado entre otras casos por irregularidades en el tratamiento del caso de La Salada. Su esposa, la Fiscal Florencia Belloc, es conocida es los Tribunales como la “empleada desleal” por filtrar información de los expedientes aprovechándose de su cargo. Se la vincula con el barra brava de Boca, Hernán Ávalos apodado, “el fantasma”, quien está acusado de cobrar a los puesteros de La Salada. Tengamos en cuenta que Gaig es el mismo Juez de “garantías” recordado por firmar como juez cuando todavía era secretario.
“No podemos mirar para otro lado cuando tenemos jueces y fiscales que llegaron a esos lugares por influencia política o judicial, y no por su propio mérito”. Supo declarar María Eugenia Vidal pero, ¿qué hizo la gobernadora durante su gestión para remover a funcionarios judiciales sospechados o que han accedido a sus puestos a instancias puramente políticas?
Por el momento solo hay alrededor de 30 funcionarios removidos por distintas razones, desde vínculos con el narcotráfico hasta armado de causas. Todavía sigue existiendo gran cantidad de funcionarios sospechados sin investigar o se han desestimado muchas acusaciones muy velozmente.
El caso de Enrique Ferrari es un tanto particular. Aunque se desestimaron en muchos casos las acusaciones que tuvo en el pasado (se lo relacionó con el tráfico de armas y estupefacientes y se lo vinculó con el armero Sebastián Ángel Hacha) como juez ha sido denunciado penalmente en reiteradas oportunidades por diversos delitos relacionados con el ejercicio de su función, así como también ha tenido pedidos de juri.
El dato quizás más “gracioso” sobre Ferrari es su aspiración a convertirse en poeta o al menos a tomarse la justicia de forma jocosa como lo prueba esta escrito firmado por él en 2008.
Se espera que, en un año electoral, haya cambios importantes en la Justicia de la provincia de Buenos Aires. Será un mensaje muy claro si Vidal investiga y mantiene a Ferrari entre otros funcionarios nombrados por el kirchnersimo así como si lo desplaza. Será difícil esto último ya que más allá de las sospechas o procesos que enfrenten, jueces y fiscales viven mutando y acordando con los gobiernos de turno.
Se espera que la convocatoria del 28F sea el paso definitivo que impulse a la Argentina hacia una justicia transparente en donde jueces y fiscales sean observados y juzgados sin el condicionamiento protector de sus puestos y el poder que ostentan. Se espera además que quienes sean los encargados de administrar justicia no sean manchados ni siquiera por la sombre de una acusación o denuncia.
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@sujantus
El título dice que soy Licenciado en Periodismo, pero eso poco importa. Lo más importante es que solo dependo de mi.