El cierre de ENOHSA, el impacto en Mar del Plata y la falta de cloacas

El gobierno de Javier Milei confirmó en las últimas horas, a través de su ministro de Economía, Luis Caputo, el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), organismo dedicado a la expansión y mejora de los servicios de agua potable y cloacas.

Según su propia web, “se ocupa de planificar, ejecutar y administrar obras de infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país, a la vez que controla la calidad del agua potable y del servicio de saneamiento”.

Si bien como tal, fue creado en 1995 durante la presidencia de Carlos Menem, en verdad tiene más de 60 años de existencia. De acuerdo al Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS) que lidera el cegetista José Luis Lingeri, el Ente es “una herramienta fundamental para llevar agua potable y saneamiento a las regiones más vulnerables del país, donde el sector privado no suele invertir. A través de su gestión, se han ejecutado obras cruciales en todo el territorio, especialmente en zonas rurales y provincias con menores niveles de acceso a estos servicios”.

Es un antro de corrupción. Tal como los fondos fiduciarios y las Universidades, eludía el control de gasto que hay en la Administración Central”, aseguró Caputo al confirmar su cierre.

Y añadió que “el objetivo es claro: encubrir y distribuir una nueva caja negra de la política. Se creó para hacer un par de obras y luego se dieron cuenta de que era un buen negocio. La Subsecretaría de Recursos Hídricos continúa funcionando. ENOHSA es una especie de duplicidad“, sostuvo.

Por último, el ministro puntualizó: “En diciembre de 2023, la Subsecretaría tenía 184 obras en cartera, de las que hoy quedan 29 priorizadas. Mientras tanto, el Enohsa contaba con 1.485, de las que hoy quedan 122 priorizadas. Además, mientras la SSRH tenía alrededor de 145 personas empleadas, el Ente contaba con 358 empleados al inicio de esta gestión, de los que hoy quedan 234″.

«El anuncio de la disolución del ENOHSA no solo pone en riesgo la continuidad de proyectos en marcha, sino que también amenaza con un retroceso en los avances logrados en materia de salud pública y desarrollo social», denunció el sindicato de Lingeri.

La decisión impacta en Mar del Plata, como en otras partes del país. El organismo tenía dos acuerdos vigentes con OSSE (Obras Sanitarias Sociedad del Estado) para llevar adelante obras de saneamiento.

Si bien fuentes cercanas al gobierno municipal le confiaron a este medio que la empresa tendría en carpeta otras opciones de financiamiento, como el Promes (Programa Obras Menores de Saneamiento) y convenios de financiamiento sin devolución de los programas Argentina HACE, Agua + Trabajo, PRIS, Procrear, PAyS I, PAyS II y Proarsa, lo cierto es que esta medida “golpearía claramente el avance de obras estructurales fundamentales”, dijeron cerca del Intendente Guillermo Montenegro, quien mantiene un delicado equilibrio entre el PRO y el Gobierno de La Libertad Avanza. Y con el asedio de Axel Kicillof desde La Plata.

La obra en ejecución más importante es el Acueducto Oeste, que iba a ser costeada en casi un 80% por Nación. La otra es la instalación de la red cloacal de los espigones 1 y 2 del puerto, firmado en noviembre de 2021, con un 100% de financiamiento del ente nacional.

Así lo afirmaba OSSE en la presentación del primer proyecto: “El Sistema Acueducto Oeste (SAO) es una obra encarada por el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) que tiene a OSSE supervisando la prosecución ininterrumpida de todas las tareas vinculadas a su desarrollo”, a lo que agregaba que la misma “ha sido diseñado para incrementar las reservas acuíferas y potenciar los bombeos en períodos de mayor consumo, como en la temporada de verano cuando aumenta la demanda”.

Y remataba: “Con una primera etapa de 25 perforaciones, el SAO posibilitará incorporar al servicio a 45.600 nuevos vecinos y mejorar la calidad de prestación de 348.000 marplatenses”. Para resaltar la magnitud de la obra, vale decir que la población del distrito, de acuerdo al Censo 2022, es de 682.605 habitantes.

El total previsto de perforaciones era de 74, y actualmente, la segunda etapa del plan es la que está paralizada.

Según informó el diario “La Capital”, los trabajos se encontraban paralizados por falta de fondos “desde fines de diciembre del año pasado”. La intervención había sido adjudicada en septiembre de 2022, por un valor de $1.272.646.010,15. En la actualidad, el monto fue ajustado a $2.893.557.729, con un avance de apenas un 9,8%, agregó el matutino.

Sede central de OSSE Mar del Plata

Pero en verdad, según declaró el propio presidente de Osse, Carlos Katz, los problemas habían comenzado durante la gestión anterior. Así se lo dijo al periodista José Luis Jacobo hace pocas horas en su programa de radio.

“El cierre del ENOHSA implica, por lo menos en relación a Obras Sanitarias, mayor incertidumbre a la que ya teníamos respecto de dos obras que estaban desarrollándose con financiamiento de ese organismo”, aseguró el funcionario.

Y aclaraba que “siempre hubo un vínculo fructífero entre Obras Sanitarias y el ENOHSA, pero básicamente porque el financiamiento internacional ingresaba por allí. Siempre el BID, la Caja Andina de Fomento o el Banco Mundial tenían en ese organismo el instrumento por el cual financiar con sus líneas específicas para agua y cloacas, la infraestructura que los distintos lugares del país necesitan”.

Y reveló: “La crisis de financiamiento a través del ENOHSA no empezó particularmente con la llegada de Milei al gobierno, sino ya en los últimos seis meses de la gestión anterior, se veía que el impacto de una inflación descontrolada que no permitía que el financiamiento llegara en tiempo y forma”.

La obra del acueducto era verdaderamente importante.

En abril de 2022, la empresa comandada por Carlos Katz, cuyo capital es 100% público y su único accionista es el Concejo Deliberante, publicaba que se estaban gestionando con el entonces Gobierno de Alberto Fernández obras para ampliar el abastecimiento de agua en los barrios del sur, una zona muy postergada.

Sabemos que el principal desafío que nos queda en términos de abastecimiento de agua potable es llegar a los barrios del sur. Y como llevamos casi una década haciendo estudios del acuífero en esa zona, sin encontrar calidad o cantidad suficiente, o a demasiados kilómetros de los barrios a abastecer, es que definimos un proyecto cuyo principal eje es el de llevar agua desde el Norte y Oeste a través de los acueductos ya existentes hasta los barrios del sur”.

Así se refería Katz al tema luego de una reunión mantenida con el entonces subadministrador del (ENOHSA), Néstor Alvarez.

Según el ya citado Censo 2022, el 87,4% de la población de General Pueyrredon, que comprende Mar del Plata, Sierra de los Padres y Batán, tiene acceso a la red cloacal y el 91,8% posee agua de red.

Más en detalle, de los 259.623 hogares contabilizados en el distrito en dicho relevamiento, 238.234 cuentan con agua corriente y 225.499 están conectados a la red de cloaca.

Pero a nivel nacional los números en esta materia no son tan buenos, lo que expondría que el Estado, a través los distintos canales posibles, no estaría llegando a los lugares que debiera llegar.

Cabe recordar que en el país, de la población relevada en 2022, el 42,6% (26.185.184 habitantes) no tiene desagüe de cloacas. El Censo 2010 había relevado una cifra superior de personas sin cloacas en sus viviendas, el 51%.

De acuerdo al trabajo hecho hace 14 años, sólo el 48,8% de los habitantes del país tenían cloacas, sobre un universo de casi 41 millones de individuos en aquel entonces.

El crecimiento respecto a 2001, cuando se realizó el anterior Censo, había sido leve en relación a la gran expansión de la que había gozado el PBI del país durante ese tiempo. La cantidad de gente con cloacas se había incrementado apenas un 26,9% desde 2001, cuando se registró un 42,5%. La Argentina creció durante ese lapso a tasas chinas, alcanzando niveles récord de recaudación.

A mediados de 2003, cuando asumió Néstor Kirchner el gobierno, el 61,8% de los hogares argentinos tenía acceso a la red cloacal, según información del Indec. A comienzos de 2016, los hogares con cloacas llegaban al 68,8%, lo que viene a confirmar el bajo crecimiento pese a los récords de recaudación y a la evolución del PBI.

En cualquier caso, más de la mitad de la población no tenía acceso a la red cloacal, en pleno siglo XXI.

pablo@elobservadoronline.com.ar

@PortaluppiPablo

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