En febrero de este año, la consultora Focus Market, junto a Naranja X, publicó un gran trabajo donde consignaba que la jubilación mínima en el país era la más baja de los últimos 25 años. Y en comparación con la región, sólo estaba por encima de Venezuela.
Apenas seis meses después, la situación empeoró un poco más.
Si se toma el haber actual y vigente de la jubilación mínima en la Argentina, de $70.938,24, medido en dólares al valor del blue a $720, un jubilado cobra poco menos de 100 dólares, exactamente U$S 98,52. En Venezuela, la mínima es de U$S48,60.
Son los dos países peor rankeados de la región.
A comienzos de año, cuando la consultora dirigida por Damián Di Pace difundió sus resultados, el monto de la jubilación era de U$S156. Es decir, que entre febrero y agosto perdió más de un 55% en dólares, tomando solo el valor puro, sin los bonos que suele dar el gobierno para maquillar un poco la situación.
Y eso no era todo. De acuerdo a aquel trabajo, si se medía la jubilación mínima de Argentina durante el período enero 2011-febrero 2023, se registraban aumentos, siempre medidos en dólares paralelos, “entre los años 2015-2018, y desde el año 2019 hasta la actualidad la jubilación mínima pierde valor”.
Es decir, que desde que asumió el Gobierno de Alberto Fernández, los jubilados cobran cada vez menos en términos reales.
Con el bono dado a comienzos de 2023, la cosa no mejoraba demasiado: siendo aquel de $15.000, el haber ascendía a U$s195, y seguía estando entre los últimos puestos de América Latina.
“Las jubilaciones en nuestro país fueron perdiendo fuerte poder adquisitivo en los últimos años frente a la variación de precios en pesos argentinos y en términos de su valor en dólares. Hasta ahora los jubilados han sido variable de ajuste en todas sus escalas. De hecho aquellos que han realizado mayor cantidad de aportes a lo largo de su vida laboral cuando superan los 2 haberes mínimos no perciben bono por lo cual ha representado una pérdida del poder adquisitivo de cobro en los últimos años”, afirmaba entonces Di Pace.
Las diferencias con algunos países son abismales. En Uruguay, por ejemplo, los jubilados cobran como mínimo u$s450, en Brasil U$S290 a valores actuales, y en Perú cerca de u$s300.
Argentina, recordemos, bajó en el lapso de seis meses de u$S156 a U$S98.
La caída de los ingresos en los últimos años es brutal. En 2015, el haber jubilatorio mínimo era de U$S442. Apenas 8 años después, es de U$S100.
Cabe subrayar que el Gobierno de Fernández, a través de su ministro de Economía y candidato Sergio Massa, y de la titular de ANSES Fernanda Raverta, anunció que la jubilación aumentará desde septiembre próximo un 23,29%, a lo que se sumará un bono de $27.000 por tres meses, lo que llevará el total a $114.460.
Sin el bono, el haber mínimo será de apenas $87.500, lo que equivale tomando el último cierre del dólar blue a U$S121, lo que claramente no mejora demasiado la situación.
Con estos aumentos, la jubilación mínima alcanzará un 127,3% de incremento anual. Si bien no es un mal dato, queda claro que parte de valores muy bajos y que las nuevas proyecciones de inflación son de 160% anualizado, por lo que el aumento quedaría por debajo del costo de vida.
Pero aquel incremento el gobierno lo calcula con los bonos, lo que es un poco tramposo.
En verdad, tomado el año calendario, los aumentos fueron del 17,04% anunciado en febrero, en junio un 20,92% y el reciente de 23,29%. Falta un incremento en lo que resta de 2023. Menos de un 70%.
La Ley de Movilidad Previsional, reglamentada en febrero de 2021, establece que las jubilaciones se ajustarán los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre, en base a una fórmula que se aplicará en un 50% en base a los recursos con destino a la Anses y en un 50% a la evolución de los salarios de los trabajadores estables.
Apenas asumido, en diciembre de 2019, Alberto Fernández suspendió la fórmula de movilidad aprobada por el gobierno de Mauricio Macri en 2017, por lo que durante 2020 la actualización de los haberes se hacía en forma discrecional. Finalmente, en diciembre de 2020 se aprobó la actual ley.
El anterior índice disponía que las jubilaciones se actualizaban trimestralmente, según una fórmula que contemplaba el 70% del incremento de la inflación del trimestre y el 30% del aumento de los salarios privados de ese mismo período. El cálculo se realizaba con una diferencia de 6 meses, es decir que se basaba en cómo habían evolucionado estas variables 2 trimestres antes.
Si bien con aquella fórmula los jubilados cobrarían un poco más de lo que lo hacen ahora, la diferencia es muy pequeña y no resolvería la cuestión de fondo.
En la Argentina se calcula que casi 6 millones de personas cobran jubilación, de los cuales la mitad cobra el haber mínimo.
pablo@elobservadoronline.com.ar
@PortaluppiPablo
El título dice que soy Licenciado en Periodismo, pero eso poco importa. Lo más importante es que solo dependo de mi.