El desmanejo oficial de la pandemia: Las diferencias con la experiencia europea

Por Pablo Portaluppi

A pocos días del comienzo de la temporada, y en las horas previas a las fiestas de fin de año, los contagios de coronavirus en la Argentina muestran un crecimiento preocupante. En las últimas 24 horas, la Argentina sumó 8.141 nuevos contagios de covid-19. Se trata de la cifra más alta registrada en el mes luego de los 8.037 casos reportados el 1° de diciembre pasado.

En verdad, el incremento de los casos ya viene ocurriendo hace algunos días. En la semana comprendida entre el domingo 13 de diciembre y el sábado 19 hubo en la Ciudad de Buenos Aires un total de 3.132 casos de coronavirus, un 48 por ciento más que la semana anterior. En la Provincia, en el mismo periodo hubo un incremento intersemanal del 79 por ciento. A nivel nacional, tuvo un alza del 21 por ciento.

Vale consignar que también se está reportando un incremento de los contagios en algunos países limítrofes, en especial Brasil, lugar usualmente elegido por miles de argentinos para pasar sus vacaciones. Por estas horas, el Gobierno Nacional evalúa suspender los vuelos a las naciones vecinas. Esta situación ameritaría acentuar aún más los controles en ciudades como Mar del Plata. Es evidente que una suba de casos en el AMBA impactará de lleno en las ciudades turísticas. Por haber implementado de manera demasiado temprana una estricta cuarentena en todo el país, en vez de haber hecho cierres y aperturas temporales, el Gobierno Nacional posee un margen de acción demasiado acotado de cara a un rebrote que se vislumbra inevitable.

MAR DEL PLATA

Luego de dos meses de caída, los casos de coronavirus en “La feliz” comenzaron a mostrar un sostenido y paulatino ascenso. Entre la semana epidemiológica ocurrida entre el domingo 6 de diciembre y el sábado 12, los contagios totalizaron 605 –con dos días feriados, vale aclarar-, mientras que entre el 13 y el 19 del mismo mes, fueron 975, lo que representa un incremento de más del 60%.

A pocos días de la eventual llegada masiva de turistas, y a escasas horas de la navidad, el escenario se presenta sumamente preocupante, aunque las autoridades parecen no aceptarlo. Se hace hincapié, desde las usinas oficiales, que la mayoría de los nuevos contagios pertenecen a los jóvenes, y que por esa razón la ocupación de camas es muy baja. “Es matemática pura, en algún momento los jóvenes contagian a los adultos”, sostiene el ex sub secretario de Salud del Municipio, Pablo De la Colina. Y agrega: “Pero además no sabemos si es cierto que hay más contagios en esa franja etaria, sólo tenemos números absolutos. La Municipalidad nunca hizo un mapa epidemiológico. Se supone que es así, pero en verdad no lo sabemos”. Lo mismo aplicaría en el plano nacional y provincial.

En este contexto, valga un dato. Según las estadísticas provinciales, la infección de los jóvenes no sería una novedad, ya que la mayor concentración de contagios, al menos en Mar del Plata, se dio en la franja etaria que va desde los 20 hasta los 49 años. Pero la mayoría de los fallecimientos, entre los 70 y 89 años.

LA EXPERIENCIA EUROPEA Y ARGENTINA

Respecto a la presunta predominancia de contagios en los jóvenes, resulta necesario describir cuál fue el comportamiento del virus en el verano europeo, en especial en Italia, uno de los países más golpeados durante los primeros meses de la pandemia. El 11 de junio, se informaba que “los hospitales italianos tienen libresla mayor parte de las camas de terapia intensiva”, y que “los pacientes internados son más jóvenes y menos graves”.

Uno de los aspectos que más preocupan a los especialistas sobre la actual situación de la Argentina, es que en comparación a lo que sucedía en algunos países de Europa durante los meses de junio y julio, es decir cuando comenzaba la temporada estival en el viejo continente, los casos de coronavirus eran mucho más bajos de los que registra hoy nuestro país, que tiene un promedio diario de 6.000, “una cifra peligrosamente alta”. Y según los últimos registros, en sostenido ascenso.

Para mayores precisiones, el 4 de julio se registraron en Italia apenas 235 contagios. Culminando el verano, el 12 de septiembre hubo 1.501, y el 14 del mismo mes, solo 1.009. Recién para el 1 de octubre, ya en otoño, se verificó un incremento, con 2.548. Y el salto empezó a darse para el 20 de dicho mes, con 15.199 contagios. Los números se dispararon en noviembre, con más de 35.000 diarios, y también las hospitalizaciones. Una de las explicaciones a aquel fenómeno, además del arribo de los primeros fríos, fue muy simple: los jóvenes comenzaron a contagiar a los adultos, tal cual graficó el Dr. De la Colina.

Más datos. Según información recogida el 14 de agosto por la Universidad Johns Hopkins, en la semana previa se habían reportado en Alemania 7.242 nuevas infecciones; 12.786 en Francia; 5.804 casos en Reino Unido; 4.941 en Países Bajos y 4.175 en Bélgica. Es decir, que aún Francia, el país con más casos, tuvo un promedio diario de 1.065. Argentina, con el verano ya comenzado y con temperaturas más elevadas que las europeas, tiene 6 veces más de contagios por día.

Ya por aquel entonces, el dr. Richard Pebody, epidemiólogo de la Oficina para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmaba a la cadena BBC que el leve rebrote que se estaba viviendo en el viejo continente obedecía a “una relajación en las medidas de distanciamiento social, y la evidencia sugiere que hay brotes en algunos países que podrían estar impulsados en parte porque los jóvenes han bajado la guardia este verano”.

Por su parte, en España, el doctor Daniel López-Acuña, experto en salud pública y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, le aseguraba también a la cadena británica que “la gran proporción de casos son jóvenes que tienen expresiones menos severas de la enfermedad y que son asintomáticos. Esto puede llevarnos a una falsa impresión de que en realidad no hay mucho problema porque estos casos no requieren muchas hospitalizaciones y no hay casos severos”. Y remataba tajante: “Pero hay que tomar en cuenta que los jóvenes, aunque no desarrollen casos severos, pueden ser transmisores de la enfermedad, contagiando a personas mayores y amplificando el núcleo afectado y aumentando los casos severos”. Tal vez habría que al menos tener en cuenta por aquí estas experiencias.

Para mayores coincidencias, también se informaba desde el viejo continente que otro factor que parecía estar impulsando el repunte de infecciones era la mayor movilidad de la gente que estaba de vacaciones o regresa de ellas. “El turismo, tanto interno como externo, ha supuesto un incremento de la movilidad y en esa movilidad van incluidos los casos asintomáticos y un aumento en la transmisión de la enfermedad”, señalaba el Dr. López-Acuña.

Por último, se hacía fuerte hincapié en la importancia de haber aumentado los testeos, aún cuando aquellos países siempre tuvieron una alta tasa de hisopados. Dicho aumento no hizo más que incrementar el número de casos positivos. “Aquí hay un fenómeno que puede resultar paradójico: por un lado hay que hacer más PCR para poder detectar y aislar los casos asintomáticos para que no transmitan la enfermedad, y al hacer más PCR, es claro que se diagnosticarán más casos positivos”, aseguraba el profesional citado.

“Estos repuntes ocurren porque el virus sigue circulando, no ha desaparecido”, decía el profesional. Por su parte, el experto de la OMS, Richard Pebody, resumía el camino a seguir:  “Las preguntas clave que debemos formular son: ¿sabemos si el virus está circulando en cada país?, ¿cuánta presión estamos ejerciendo sobre el virus?, ¿entendemos qué poblaciones están afectadas? y ¿tenemos las medidas de control necesarias para mantener la presión sobre el virus?. La clave es seguir rastreando y aislado los brotes de la infección y mantener las medidas de distanciamiento social”. Las diferencias con la Argentina son notables.

La falta de testeos fue un problema recurrente en el manejo de la nueva enfermedad en nuestro país. Y Mar del Plata no fue la excepción. En los casi 300 días que lleva la pandemia, apenas se han realizado en la ciudad 53.930 pruebas, de acuerdo a información recogida en la Sala de Situación del Ministerio de Salud bonaerense. Dicho número equivale a aproximadamente un 7% de la población.

El Director de la Escuela de Medicina de Mar del Plata, Adrián Alasino, anticipó que “la curva va a seguir subiendo”. Y le afirma a este medio que las acciones más eficaces para afrontar la pandemia son “desde la epidemiología”, aplicando “más testeos y el plan Detectar, limitando los lugares cerrados, y haciendo una fuerte campaña de prevención”. A su vez, insistió en generar “conciencia individual”, tratando de “ser creativos, involucrando a toda la población, en especial a los adolescentes”, remarcando que para ello es necesario “educar e informar, instalando 100 puestos de control en la ciudad”, aunque reconoce que desde el punto de vista económico sea muy difícil llevarlo a cabo.

En una línea similar se pronunció el Dr. Pablo De la Colina, quien se mostró totalmente a favor de iniciar una intensa campaña de información, y “no esconder la pandemia”, como lo ha venido haciendo tanto la provincia como el Municipio de General Pueyrredón. Por su parte, el Dr. Alasino, si bien se muestra partidario de “no restringir más actividades”, no duda en arriesgar que si la situación se descontrola, “habría que hacer un cierre parcial de la ciudad, por dos semanas”. Después del fuerte impacto en el economía que produjo la cuarentena, no parece ser ésra una opción posible.

Esta alarmante situación coincide con la advertencia de las autoridades británicas por la que consideran una nueva variante altamente contagiosa del coronavirus, que ya se está extendiendo por Inglaterra. En verdad, se trata de una mutación de la nueva enfermedad ya detectada en dos pacientes a finales de septiembre. Lo que estiman los especialistas es que es altamente probable ya se ha extendido a muchos países de Europa. Por caso, ya han aparecido casos en Holanda, Dinamarca y hasta en Australia.

En este contexto, con el desmanejo oficial respecto a las vacunas, la falta de controles de las autoridades y la desobediencia social que se verifica con solo salir a la calle, lo que ocurra en las próximas semanas en estas costas es una verdadera incógnita.

pabloportaluppi01@gmail.com

@portaluppipablo

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