Por Pablo Portaluppi
“Disculpe que lo moleste, pero necesito un favor de urgencia. El dinero que usted me facilitó fue para pagar unas cuotas que debía de un crédito que saqué por mi departamento, tenía 13 días de interés al día 8 que aboné y no llegué a pagar esos intereses, solo la deuda cancelé. Quisiera saber si usted podría facilitarme ese dinero, se lo devolvería la próxima semana. Espero su respuesta gracias”, solicita la mujer a través de la aplicación whatssapp. Su interlocutor le responde: “Por supuesto. ¿Cuánto necesita?”. Decidida y de manera inmediata, pide “$29,000 y dígame cómo se lo hago llegar la próxima semana”, a lo que el hombre afirma: “Señora, ya se lo deposito. Quédese tranquila. Y felicitaciones por el libro!!!!”
Este diálogo tuvo lugar el 13 de abril de este año a las 7:46 de la mañana. En sí mismo, resulta bastante particular. Pero lo es mucho más si se supone que quien solicita el préstamo es María Eugenia Vidal. Para peor, ya era la segunda vez que la presunta ex gobernadora de Buenos Aires le pedía dinero a su víctima, llamado increíblemente Guillermo Moreno, un productor agropecuario oriundo de la localidad bonaerense de General Villegas. En la primera oportunidad, el hombre le había depositado en una cuenta bancaria de una sucursal del Banco Provincia de la ciudad de Mar del Plata $30.700. Y le seguirían dos transferencias más, sumando las cuatro operaciones casi $200.000, realizadas entre el 7 de abril y el 10 de mayo de 2021.
Según explicó el propio damnificado en su declaración testimonial el pasado 16 de junio, la persona que se hacía pasar por Vidal había conseguido su número telefónico a través de un matrimonio amigo de la ciudad de Pehuajó, que posteriormente se supo que también habían sido víctimas del engaño, habiendo aportado sumas de dinero muy superiores a la misma cuenta bancaria. Tanto Guillermo Moreno como la pareja en cuestión, fueron aportantes de la campaña para la frustrada reelección de la ex gobernadora en 2019.
El 14 de junio de 2021 se recibió una denuncia en la Fiscalía 10 de Delitos Económicos de Mar del Plata, a cargo del Dr. David Bruna, por parte de María Soledad Borsani, en conocimiento de la propia María Eugenia Vidal. Además de ser su amiga personal, Borsani fue secretaria privada de la hoy candidata a diputada de Juntos por el Cambio. Quien alertó a Moreno de que estaba siendo víctima de una estafa fue Dolores Gestoso. Ambos se conocían de la campaña 2019, ya que dicha mujer efectivamente era una de las encargadas de recaudar fondos.
El hecho tomó estado público el pasado 16 de septiembre, cuando la DDI Mar del Plata, a partir de una orden judicial de la Fiscalía, realizó un allanamiento en la vivienda particular de la estafadora, N.G., una mujer de 63 años, quien habría actuado en connivencia con su hija, S.G. La primera resultó ser la titular de la cuenta bancaria donde se recibieron las trasferencias. En dicha diligencia, se encontraron en el lugar fotocopias de varios DNI, tarjetas de CHIP de diferentes empresas prestatarias, 2 teléfonos celulares, tarjetas de crédito y débito de diferentes bancos y un portarretrato con una fotografía recortada de una revista de la ex gobernadora Vidal. Fuentes de la investigación le dijeron a este medio que un dato que llamó mucho la atención es que se hallaron 30 líneas de teléfono, por lo que podría tratarse de una organización. Si bien fue imputada, la mujer no fue detenida.
La persona “identificada como María Eugenia Vidal le pidió dinero prestado” a Guilermo Moreno, “dado que, según dijo, estaba con graves problemas económicos”, señala la investigación preliminar. Lo que comenzó a generarle sospechas a la víctima es que la presunta ex mandataria provincial siempre se comunicaba por mensajes de textos a través de whatssapp, y que nunca le envió ni siquiera un audio. Y mucho menos una video llamada. Algunas conversaciones resultan de lo más disparatadas. En una de ellas, “María Eugenia Vidal” le dice a Moreno que tiene que cancelar 4 créditos bancarios, haciendo referencia a la modalidad “UVA”. En otro pedido, la supuesta ex gobernadora cuenta que tiene que ayudar a su abuela de 97 años que tuvo covid dos meses atrás.
El 11 de junio, la víctima recibió un llamado del abogado de Vidal, Mariano Mendolahrzu, quien le confió que había sido víctima de una estafa y que iban a hacer la denuncia correspondiente. Lo que finalmente ocurrió tres días después, el 14 de aquel mes. El 5 de agosto, declaró por escrito la propia Vidal, con el patrocinio de los abogados Mandolahrzu e Ignacio Roncati, negando explícitamente todas las maniobras atribuidas en su nombre.
Según precisaron fuentes de la investigación, las transferencias se recibían en una cuenta bancaria del Banco Provincia, sucursal “Monolito” de la ciudad de Mar del Plata, siendo la misma perteneciente al “Convenio ANSES”. Y de allí inmediatamente los fondos se giraban a una caja de ahorro de la misma entidad bancaria, a nombre de la hija de la mujer que se hacía pasar por la ex gobernadora, cuenta bancaria que si bien estaba desvinculada del organismo previsional, fue inscripta como beneficiaria del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). “Todos y cada uno de los fondos ingresados, fueron sistemáticamente utilizados por su titular, S.G., mediante extracciones por cajero automático y/o por consumos con la tarjeta de débito asociada”, asegura la pesquisa. El período analizado corresponde entre el 1 de abril y el 14 de julio de 2021. “Dejaron huellas por todos lados, es muy extraño”, confía una fuente judicial.
La historia no termina allí. El citado matrimonio oriundo de Pehuajó, quienes oficiaron de “puente” involuntario entre la víctima y los victimarios, también fue estafado. Ambos, quienes pidieron no ser nombrados, realizaron, para sorpresa de los investigadores, nada menos que 18 transferencias a la misma cuenta del Banco Provincia por un total de $442.000, entre el 22 de junio de 2020 y el 16 de marzo de 2021. Es decir, se estaría en presencia de una estafa reiterada, y que luego se cobró otra víctima en Guillermo Moreno, quien giró exactamente entre abril y mayo del corriente año, $191.700. Entre todas las operaciones, totalizan más de $630.000.
Pero aquí la historia adquiere ribetes más complejos. El pasado 17 de julio, el Sr. Moreno fue notificado a través de una captura de Whatssapp enviada por su amigo de Pehuajó, que “María Eugenia Vidal” lo había denunciado por “daños” (sic) ante la Justicia, promoviendo dicha acción el 24 de mayo de 2021 a través del portal de denuncias del Ministerio de Seguridad la IPP Nro. 10-00-02-00874-21 de trámite por ante la UFI Nro. 5 del departamento judicial de Morón.
La foto mostraba un acuse de recibo de la carta documento Nro. CDQ0093072(1) del correo “OCA” en la que la víctima aparece como destinatario, y siendo remitida la misma por el abogado Mariano Javier Liñan, con domicilio en la localidad de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría. En ella, se intima al Sr. Moreno “para que en el plazo perentorio de 48 horas, se abstenga y deje sin efecto en lo sucesivo cualquier tipo de acción, llamados telefónicos extorsivos, amenazas vía telefónica e intimaciones infundadas, con el único propósito de generar mediante Ardid o engaño, una falsa y absurda historia en su beneficio y de obtener un lucro a costa de esta parte de tipo económico, en razón de que se desconoce en su totalidad los hechos vertidos que usted alega”.
Se observa asimismo un sello fechador de “OCA” con fecha 24 de junio de 2021 y una firma ilegible, seguida por la aclaración manuscrita “Mariano Liñan” y el número de DNI. Insólito: de víctima, el Sr. Moreno pasaba a convertirse en “extorsionador”. Para peor, el Dr. Liñan alegaba actuar en representación de María Eugenia Vidal.
No sólo eso. Además, según fuentes de la investigación, “se advirtió a simple vista que la carta documento aportada en fotografía por Guillermo Moreno carecía de la firma del empleado del correo receptor del documento, como así también de la aclaración de la rúbrica, de su número de legajo y de todo tipo de datos de la sucursal donde el mismo fue presuntamente impuesto, como así también de la fecha de admisión de la misma, siendo todos estos requisitos de forma necesarios para su legalidad”.
De inmediato, los investigadores se pusieron en contacto con el Dr. Liñan, “quien manifestó mediante mensajes de texto que tenía la carta documento rechazada en su domicilio, incluso mostrándose jocoso respecto del hecho que apareciera en la causa una copia de la misma, sin hallarle explicación a tal hecho, dado que él es quien tiene en su poder la misiva rechazada”, lo que resulta a todas luces inexplicable. Según se pudo confirmar, la misma había sido enviada el 24 de junio desde la localidad de Luis Guillón, Partido de Esteban Echeverría. Mariano Liñan manifestó ser amigo de la ex gobernadora, quien en su declaración del 5 de agosto aseguró que jamás lo conoció.
Hay algunos datos que merecen ser destacados. El mencionado letrado ejerce sus funciones en el departamento judicial de Lomas de Zamora, siendo Vicepresidente del Colegio de Abogados de dicha localidad, y también es Vicepresidente Segundo de Independiente, cuyo Presidente es Hugo Moyano. Pero además, trabaja en relación de dependencia para “OCA”, empresa que se atribuye al líder camionero.
Los vínculos continúan. El juez que se negó en 2019 detener a Pablo Moyano, Luis Carzoglio, por presuntas irregularidades en Independiente, es docente en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lomas de Zamora, cuyo Rector es Diego Molea, actual Presidente del Consejo de la Magistratura promovido por el kirchnerismo. De acuerdo a diversas fuentes, Molea posee mucha influencia en el Colegio de Abogados de Lomas, de donde Liñan es Vicepresidente.
Al menos, una trama muy extraña.
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El título dice que soy Licenciado en Periodismo, pero eso poco importa. Lo más importante es que solo dependo de mi.