Mar del Plata: Graves problemas estructurales en el Sistema de Salud y la crisis social

Por Pablo Portaluppi

Hace unos meses, por falta de camas, llegó a haber en guardia 55 personas internadas, en una sala pequeña, separados los hombres de las mujeres por un biombo, con apenas un baño. Una locura, no sólo por el hacinamiento, sino también por la posibilidad de contagio de cualquier cosa, para los pacientes, para los médicos, y para todos’.

Esta escena, narrada por un médico a este cronista, data de noviembre de 2015, y hacía referencia al Hospital Interzonal de Agudos (H.I.G.A.) de la ciudad de Mar del Plata “Dr. Oscar Alende”. Pero tranquilamente pudo haber sido dicha en la actualidad y aplicada a una buena cantidad de nosocomios de todo el país. El avance del Coronavirus (Covid-19) en el mundo expuso nuevamente la precaria situación de la Salud Pública en Argentina, un área muy sensible eternamente postergada desde hace décadas. Y en Mar del Plata la situación sanitaria se encuentra desbordada hace muchos años. Y el cuadro social no difiere mucho respecto a algunas zonas del conurbano.

Construido durante los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón, pero recién inaugurado en 1961 por el entonces Gobernador bonaerense Oscar Alende, bajo la administración nacional de Arturo Frondizi, el Hospital que alguna vez fuera modelo, hoy se encuentra totalmente colapsado, más allá de las inversiones que recibió por parte de la gestión de María Eugenia Vidal. La propia falta de insumos y la inexistencia de hospitales en su enorme zona de influencia, componen un cuadro muy preocupante en momentos en que aún se espera el pico de la pandemia del coronavirus. Al nosocomio concurren ciudadanos provenientes de 22 distritos, entre ellos, las localidades de Tandil, Necochea, Balcarce, Pinamar, Villa Gesell, Mar Chiquita. Es decir, un conglomerado de más de 1 millon y medio de personas. En un día normal, transitan la guardia no menos de 500 personas, cifra que se incrementa notablemente durante las temporadas de verano e invierno.

“El problema que tiene Mar del Plata es que su sistema de salud está colapsado hace mucho tiempo”, confiesa una fuente altamente fidedigna que solicita que no se revele su identidad debido a su notable grado de exposición. Y agrega que “es alarmante la falta de recursos humanos, médicos, y logísticos. Recién el viernes llegó al hospital un camión con insumos. No había nada”. Una médica de dicho nosocomio, si bien no confirma abiertamente la situación, tampoco parece desmentirlo: “Está complicado”, afirma escuetamente. Quizá fue por ello que el Intendente Guillermo Montenegro se adelantó en algunos días al Gobierno en suspender las clases y decretar el cierre de todos los lugares públicos.

La problemática no abarca sólo a la Salud Pública. En junio de 2019, el Centro Médico de Mar del Plata advertía sobre un inminente colapso del sistema de salud privado. Si bien era por un problema con las prepagas, aquella advertencia refleja cabalmente la situación de la salud en la ciudad. Los centros privados más conocidos son las Clínicas Colón, Pueyrredón, 25 de Mayo, Del Niño y la Madre, Belgrano, Hospital Privado de Comunidad, entre otros. “En la ciudad hay un faltante de 30 médicos clínicos”, le dijo a este cronista el ex Intendente Carlos Arroyo en 2017. Además de ello, hay una fuerte carencia de especialidades médicas, como nefrología y neumonología.

Según estadísticas del sector, el Sistema de Salud en la Argentina está delegado, en su mayoría, a las obras sociales sindicales, que fueron transferidas a los sindicatos durante el gobierno militar de Juan Carlos Onganía. De acuerdo a algunas estimaciones, el 30% de la población se atiende en Hospitales Públicos. El 70% restante lo hace en ámbitos privados.

En Mayo de 2017, la propia ex ministra de Salud provincial, Zulma Ortiz, se mostraba púbicamente preocupada por el faltante de camas en Mar del Plata: “No tiene la cantidad suficiente para la población que hay”, afirmó. Por su parte, la ex titular del PAMI en la ciudad, María Navarro Granollers, reconocía en febrero de aquel año que “Mar del Plata tiene la menor cantidad de camas de internación por habitantes del país”. Según se publicó recientemente, Argentina tiene 4,5 camas por cada mil habitantes, mientras que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda de 8 a 10. En 2014, el país tenia 5 camas por mil. El problema quedó de manifiesto en Mar del Plata en 2009, durante la epidemia de “Gripe A”, cuando en las clínicas privadas las embarazadas que iban a dar a luz, no tenían camas disponibles para reposar luego del parto.

Zulma Ortiz, en aquella declaración de 2017, también confirmaba lo dicho por el médico del Interzonal 24 meses antes: “Las guardias están desbordabas con camillas en los pasillos”. Tres años después, la situación no parece haber cambiado demasiado. En 2016, se anunció la creación de un nuevo Hospital en el mismo predio del H.I.G.A., con 200 camas principalmente para Terapia Intensiva. Allí, en un informe oficial, se reconocía que la ciudad tenía “un gran déficit de camas de internación, quirófanos, equipos, y guardias”. Nunca se hizo, aunque, como ya se dijera, la administración de María Eugenia Vidal destinó importantes inversiones para el Interzonal. Aún así, la situación no logró contenerse. En 2012, durante la gestión del ex Intendente Gustavo Pulti, se construyó el CEMA (Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias), pero es solo un centro de diagnóstico, no de internación.

En una charla pública para chicos que brindó un médico traumatólogo en un club de básquet de la ciudad el sábado 14 de marzo, es decir, antes del Decreto de Gobierno Nacional que determinó el “Aislamiento”, e inclusive previo a la suspensión de clases, confesó abiertamente que en Mar del Plata no había más de 50 respiradores. Dato que pudo ser corroborado con dos fuentes más, aunque el número exacto nadie lo supo precisar. La ciudad posee una población estable de 700.000 habitantes.

A falta de un Hospital Municipal, la ciudad cuenta con 32 Centros Atención Primaria de Salud, comúnmente llamadas “Salitas”. Pero, pese a la pandemia, no sólo cierran a las 14 horas, sino que además se decidió que las personas mayores a 65 años puedan ir a vacunarse solo entre las 9 y las 11, lo que genera que uno de los más importantes grupos de riesgo se agolpe en esa franja horaria, algo que no se debe hacer para prevenir el contagio del coronavirus. “Desde el Municipio no se hacen salidas a vacunar, que es lo que se debería estar haciendo. Se tendría que haber hecho un rastrillaje previo. Por un lado les dicen que se queden en la casa, y por otro los obligan salir a vacunarse”, precisa la fuente consultada. Y añade que “hoy hay solo 6 centros habilitados para vacunar”. Los lugares habilitados son el Centro de Salud 1, el Palacio Municipal y los Polideportivos barriales.

En los medios y en el Gobierno se pone especial atención en el conurbano bonaerense, pero Mar del Plata tiene la más alta desocupación del país-casi el 12%-, y un 30% de su población vive bajo la línea de pobreza. En números concretos, de acuerdo a las últimas estadísticas del INDEC, había en la ciudad 230.000 personas entre pobres e indigentes. El Instituto estadístico dará a conocer el próximo 31 de marzo los datos pertenecientes al segundo semestre de 2019.

Y, según cálculos oficiales de 2017, hay en la ciudad 80 barrios precarios con problemas habitacionales, que albergan aproximadamente 7100 familias. Si bien no hay datos actualizados, el deterioro económico de los últimos años en el país hace suponer que la cifra se incrementó. Es muy difícil para esta gente respetar la cuarentena, y cumplir con las recomendaciones de la OMS, como lavarse las manos por la falta de agua potable.

Para brindar un mejor panorama respecto a la delicada situación social de la ciudad, vale agregar que según el Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito, se produjo en Mar del Plata, entre 2014 y 2018, 1 homicidio cada 7 días. En su momento, el Fiscal General Fabián Fernández Garello había dicho que “la violencia en la ciudad está conurbanizada“. Y en marzo del año 2015, un reservado informe policial referido a la penetración del narcotráfico en los barrios más pobres, consignaba que la urbe “tenía todas las condiciones para convertirse en una nueva Rosario”.

En el área de Salud del Municipio trabajan cerca de 1200 personas. Pero el descontrol que allí había era descomunal: por caso, se detectó que se llegaban a pagar hasta 11.000 horas extras por día, que había  gente que tenía tres trabajos, y que  para un solo cargo, tres personas cobraban sueldo al mismo tiempo. Además, se descubrió que había médicos que llevaban 10 años de licencia. “Al colapso del sistema de salud, se suman los vicios propios argentinos. Y cuando lo querés arreglar, aparece el sindicato para hacerte lío”, le dice a este medio un ex funcionario municipal.

Y agrega que la Secretaría de Salud, a cargo hoy de la Licenciada en Farmacia Viviana Benabei, ex directora del Materno Infantil, cuya gestión fue severamente cuestionada por una fuga de óxido de etileno que provocó la intoxicación de varias personas en el área de esterilización en octubre de 2019, “no tiene absolutamente nada”. Y el cuadro se agrava ya que a la burocracia habitual que envuelve toda orden de compra hecha desde el Estado, se suma la falta de personal por la cuarentena.

Desde CICOP. Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires, el Dr. Alejandro Loretti le dijo a este medio: ‘La clave de todo es que no hay programa de salud pública. No hay un plan de coordinación entre los niveles municipales, provinciales y nacionales. Nunca lo hubo”.

Para graficar la importancia que se le da desde el Estado a la Salud Pública, vale la pena repasar que en Septiembre de 2018, el Gobierno del ex presidente Mauricio Macri decidió rebajar de categoría a Salud, haciéndolo pasar de Ministerio al rango de Secretaría, lo que implicó una reducción de las partidas presupuestarias. Para 2018, la cifra destinada al área fue de $46.120 millones, y para el ejercicio 2019 fue de $37.800 millones. Para el mismo año, se destinó al pago de Servicios de la Deuda 745.652 mil millones. El Presidente Alberto Fernández, al asumir el pasado 10 de diciembre, decidió no darle tratamiento parlamentario al Presupuesto 2020 presentado por el gobierno de Cambiemos, tras lo cual el Poder Ejecutivo puede recurrir al último Presupuesto aprobado. Es decir, 2019, pero pudiendo modificar partidas a discreción. Para peor, el propio Ministro del área, Ginés González García, minimizó el problema de coronavirus prácticamente hasta el 8 de marzo, cuatro días antes que la OMS declarara al virus como pandemia.

La inversión directa a un área tan sensible apenas supera el 2% del PBI. El salario básico promedio de un médico es menor a $50.000, y en la ciudad de Buenos Aires un poco más, $65.000. Para tener una dimensión exacta de la baja remuneración que perciben, basta compararlos con, por ejemplo, un trabajador del rubro “Aguas y Gaseosas”, que recibe un básico de $42.000 actualizado a marzo 2020, y un abogado empleado jerárquico del Poder Judicial, que gana alrededor de $200.000.

Al día de hoy, 28 de marzo, Mar del Plata tiene 6 infectados confirmados, 13 casos sospechosos, y 2 personas fallecidas.

pabloportaluppi01@gmail.com

@portaluppipablo

 

 

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