Mientras centenares de alumnos bonaerenses sufren por la falta de calefacción, de agua y de otros servicios básicos en sus escuelas, o directamente por la falta de un espacio, la provincia de Buenos Aires se da el lujo de abandonar edificios propios durante décadas, lo que genera un gran deterioro en sus estructuras o peor aún, usurpaciones.
Tal es el caso del inmueble donde alguna vez funcionó la Escuela de Artes Visuales “Martín Malharro” en Mar del Plata, ubicado en la calle Deán Funes 1371, a apenas 20 cuadras del centro y más cerca del conocido barrio “La Perla” de la ciudad balnearia.
El edificio esta abandonado desde 1993, es decir hace 31 años, y actualmente se encuentra en un estado lamentable y usurpado. Con una superficie cubierta de casi 270 mts2, es un pecado imperdonable no contar con él.
La Escuela Martín Malharro fue fundada el 4 de junio de 1960. Las clases se iniciaron en el Club Mar del Plata, pero un año más tarde se incendió el edificio, una de las tragedias más recordadas de la ciudad, y el establecimiento se trasladó a la casa de la calle Funes, donde alguna vez funcionó la Escuela provincial 5, hoy ubicada en las esquinas de Tres de Febrero y San Juan.
De acuerdo a los registros de la municipalidad de General Pueyrredon, el inmueble fue adquirido por la provincia de Buenos Aires en el año 1965 y siempre perteneció a ella. Aún en los más de 30 años que lleva sin uso.
“Creemos propicio que el titular del inmueble, la Provincia, defina un programa de puesta en condiciones del mismo, reutilización y refuncionalización, contemplando humanitariamente la situación particular de cualquier eventual ocupante”.
Con estas palabras, la Defensoría del Pueblo de Mar del Plata solicitó a su homónima de la provincia de Buenos Aires que intervenga para la recuperación, puesta en valor y reutilización del inmueble donde funcionó hace muchos años la Malharro.
Pero el problema es que dicho reclamo no es de ahora, sino del……2 de enero del año 2016. O sea, hace 8 años y medio. La respuesta aún no llegó.
Y lo que es peor, también en la Resolución se hacía mención a los ocupantes ilegales de la casa, recomendando “la debida consideración de la situación de los actuales ocupantes, que se encuentran en condiciones inhumanas y de alto riesgo a su seguridad, integridad física y salubridad en dicha edificación, promoviendo su traslado a un lugar seguro y digno”.
Y concluía que el edificio “se encuentra ocupado y en estado ruinoso, con serio riesgo de derrumbe para potenciales ocupantes”.
La noche del martes 13 de abril de 1993, Mar del Plata sufrió uno de los peores eventos climáticos de su historia, cuando pocos minutos después de las 22 un gran temporal de lluvia y viento con ráfagas de 146 km/h cayó sobre la ciudad y causó severos daños, con carteles y techos volados y evacuados. Y dos muertos. “Verdadero desastre en Mar del Plata”, titulaba entonces el diario LA CAPITAL
La hecatombre produjo, informaba el medio, “voladuras de techos, cables cortados, buques prácticamente varados en el puerto y marcadas destrucciones en edificios de la zona de Varese y Cabo Corrientes” como consecuencia de “un violento meteoro”.
La casa de la calle Funes de la Escuela Martín Malharro fue una de las más afectadas. En la tapa de La CAPITAL del jueves 15 de abril de 1993, hay una gran foto con la leyenda: “Techos destruídos de Artes Visuales”.
La crónica refiere que la Escuela Martin Malharro “estuvo en la línea del tornado y resultó completamente destruída por la caída sobre sus instalaciones, de un tanque gigantesco, que hallándose cercano, fue remontado por el aire por el efecto extraño y violentísimo del cono ventoso”.
A raíz de la caída de dicho tanque, que pertenecía a una fábrica de gaseosas abandonada que había justo a la vuelta del lugar, el edificio quedó inutilizado.
Según cuenta un testigo de aquellos años, “la línea de teléfono y las clases se trasladaron a un café que quedaba en la esquina. Durante este tiempo, la directora, muchos alumnos y docentes se organizaron para no quedar incomunicados ni perder clases. Luego se consiguió una escuelita pequeña en el Barrio Caisamar, (en verdad, era un jardín de infantes), y se trasladaron algunas cosas. La sede de la calle Funes quedó clausurada inmediatamente, muchas cosas pudieron ser rescatadas, algunas máquinas, mobiliarios, obras, otras muchas no”.
La cuestión es que al poco tiempo, “la Malharro” comenzó funcionar en su actual domicilio, La Pampa 1619. Un espacio que, con sus casi 1700 alumnos, está quedando chico.
Ya en 2020, cuando cumplió 60 años en plena pandemia, se hablaba de la necesidad de contar con más aulas, solicitando por algún galpón vacío de la Estación Ferroautomotora, que se encuentra en frente al edificio.
Cabe recordar que en septiembre de 2018, otro violento temporal cayó sobre Mar del Plata y provocó la caída de un techo en la actual sede. Ello originó reclamos de alumnos y docentes que ya venían protestando por serios problemas de infraestructura de la escuela.
En cualquier caso, lo cierto y concreto es que la vieja casa de Funes 1371 está abandonada desde hace más de 31 años, pudiendo cobijar en el distrito a muchos alumnos de escuelas provinciales con graves déficits estructurales, o directamente sin edificio.
Tal es el caso de la Escuela Especial 504, para chicos ciegos y disminuidos visuales, que ya trató este medio, que debió afrontar en lss últimas semanas una mudanza de urgencia para evitar un desalojo por estar sin contrato durante 16 meses.
El establecimiento había sido desalojado de su sede original a fines de 2012, hace ya casi 12 años, y desde ese entonces funcionó, hasta hace apenas días, en un espacio alquilado.
Ante el inminente juicio por desalojo, se mudaron a otra Escuela Especial, en este caso la Domiciliaria y Hospitalaria 508, que comprende a niños, niñas y jóvenes que transitan alguna enfermedad que les impide concurrir a la escuela de nivel o modalidad. Pero que solo posee 3 aulas para los 120 chicos que asisten a la 504.
O el caso de la Escuela Secundaria N°50 en Gloria de la Peregrina. Que comparte edificio con la Primaria 46 desde hace más de 20 años. Es decir, que alberga a 500 chicos en un lugar pensado originalmente para 300.
Y también la Escuela Especial 515, que mereció un amplio informe por parte de este medio, que funcionó durante 10 años en una casa prestada estilo ph de apenas 127 mts2, con un living comedor de 15 mts2 que funcionaba como “salón de usos múltiples”, un solo baño, un patio más chico que el sum, 2 habitaciones de 6 mts2 cada una que hacen de aulas.
Para albergar a 117 chicos sordos e hipoacúsicos.
pablo@elobservadoronline.com.ar
@PortaluppiPablo
El título dice que soy Licenciado en Periodismo, pero eso poco importa. Lo más importante es que solo dependo de mi.