En pocas horas, se supone, se conocerá quién será el nuevo Presidente de EEUU, el país más importante del mundo. Si volverá a gobernar el republicano Donald Trump, como lo hiciera entre 2016 y 2020, o continuarán los demócratas en el poder, esta vez de la mano de la actual Vicepresidente Kamala Harris.
Pero más allá de aquel trascendente hecho que marcará el rumbo mundial al menos por los próximos cuatro años, cabe recordar que la campaña electoral no fue, como muchos podrían suponer, muy ejemplar que digamos. Y que la grieta, como se sabe, no sólo es propiedad de los argentinos.
Para ello, vale repasar un hecho si se quiere menor pero muy elocuente al respecto.
Hace pocas semanas, se llevó a cabo en la ciudad de Los Ángeles, California, una curiosa exposición de arte llamada “Freedom Kick” que buscaba promover el concepto de que “una forma de detener el odio en la sociedad es demostrar una ira casi homicida contra el expresidente Donald Trump”, afirmaba el controvertido portal Zero Hedge.
Y proseguía: “Se suponía que la muestra iba a tratar de cómo Trump, de alguna manera, está “difundiendo el odio” y se pidió a la gente que mostrara su apoyo a ese concepto pateando un balón de fútbol que se parecía a la cabeza y la cara” del ex mandatario.
Según el medio, “los participantes de la muestra de arte fueron invitados a turnarse para patear una réplica de látex de la cabeza de Trump en el suelo de la Superchief Gallery”, una conocida galería de arte local.
La pelota de fútbol había sido ideada por un grupo llamado INDECLINE, que presentó por primera vez al mundo su herramienta “antiodio” hace cuatro años, llevándola a la frontera sur con México y animando a la gente a turnarse para golpear el balón.
Cabe consignar que Zero Hedge es un blog eminentemente financiero fundado en 2009 que informa principalmente sobre economía, haciendo foco en Wall Street, el mundo de las finanzas y la política, no solo en EEUU sino también del mundo. Sus detractores consideran que tiene una línea editorial asociada a la “derecha alternativa”, además de acusarlo de ser “antisistema, conspirativo y rusófilo”.
La redacción de noticias está a cargo de un grupo de editores que escriben colectivamente bajo el seudónimo de “Tyler Durden”, un personaje de la novela y película “El club de la pelea”, dirigida por David Fincher y protagonizada por Brad Pitt y Edward Norton.
Por su parte, INDECLINE, organizador de la muestra y fundado en 2001, se presenta como “un colectivo artístico activista anónimo responsable de algunos de los actos de desobediencia creativa más publicitados de los últimos años.” Compuesto por docenas de miembros activos, desde grafiteros, artistas, cineastas, poetas y rebeldes “a tiempo completo”, el colectivo utiliza varios medios “para provocar, entretener y crear un diálogo abierto en torno a algunos de los problemas más acuciantes del mundo”.
La galería de arte afirmó que “el objetivo de ejercer fuerza bruta sobre un objeto que parece la cabeza del ex presidente era protestar contra la supuesta “difusión del odio” de Trump”. Pero vale decir que la consigna fue un tanto confusa.
El grupo trató de explicar tal concepto diciendo que “Freedom Kick es una apelación al sentido estadounidense de justicia como un partido entre dos equipos opuestos. Las reglas están pensadas para protegernos de los tramposos. Creemos que es hora de reiniciar el juego, antes de que tengamos que pasar otros cuatro años viendo a un desastre devorando hamburguesas con queso y fanfarroneando y cojeando de un lado a otro del campo difundiendo odio”.
Otra versión disecada de Trump se podía ver en la Galería Subliminal Projects, también en Los Ángeles, que presentaba una estatua del candidato presidencial republicano “sin ropa y con los genitales cortados”, informó ZeroHedge.
Impecable.
Redacción El Observador Online